FAMILIARES DE JÓVENES MUERTOS NIEGAN VERSIÓN POLICIAL

Por Vicente Silverio
28 de noviembre del 2007

Momentos de tensión, indignación y zozobra es lo que están viviendo los moradores de las localidades de Las Marías y El Batey Ginebra de la comunidad de Yásica tras la muerte de varios jóvenes a manos de una patrulla policial.

Así lo dan a conocer informes recogidos en las indicadas comunidades, donde los familiares de los jóvenes Manuel y Bernardito Núñez,  quienes fueron abatidos a tiros por una patrulla policial que los detuvo en el Batey Ginebra niegan que ellos fueran parte de una banda delictiva como alega la policía.

Pablo Núñez, hermano de los dos ejecutados, afirmó que no es cierto el informe que ofreciera la Policía Nacional en el sentido de que los muertos eran delincuentes y que estos eran perseguidos por dicha institución, ya que al momento de producir el asesinato los occisos llegaban de realizar diligencias para obtener un acta de defunción de la madre de ambos que había fallecido cinco días antes.

Expresa el informante que los dos muertos viajaban a bordo de una jipeta,  propiedad de uno de ellos y que éstos residían en el proyecto Batey Ginebra, donde los vecinos confirman que tanto ellos como su acompañante, que también fue asesinado, no formaban parte de ninguna entidad delictiva ni se dedicaban a actividades antisociales.

Sobre las armas que dijo la policía haber incautado a los muertos, Pablo Núñez afirmó que estos sólo portaban una pistola, que está amparada con permiso legal según consta en el carnet que obra en su poder, por lo que sostienen los declarantes que la acción policial tiene fines de encubrir a reales delincuentes que de verdad están azotando la zona.

Al hacer la denuncia, el señor Núñez dijo que la acción policial es una vulgar ejecución de corte criminal, por lo que los familiares de los muertos están dispuestos a acudir a todas las instancias  para demostrar que los mismos no eran delincuentes y que lo que se cometió con ellos fue un asesinato a sangre fría que debe ser investigado y sancionado drásticamente. 

Abatido por haber perdido en menos de una semana a su madre y a dos de sus hermanos, el joven Pablo Núñez, pide a todas las autoridades del gobierno que no permitan que sigan cayendo inocentes en la lucha contra los delincuentes, ya que sus familiares fueron detenidos previamente por la patrulla policial y tras separar un menor de edad que ellos llevaban consigo procedieron a fusilarlos con las manos en la cabeza, delante de todos los moradores de ese lugar.

El declarante, junto a demás moradores del lugar, afirman que ciertamente la zona del Batey se encuentra azotada por una ola de atracos y asaltos a mano armada, pero que las autoridades policiales de esa región no están haciendo nada por identificar a los verdaderos delincuentes, ya que lo que están haciendo es recurrir los mismos métodos de estos para aterrorizar a la comunidad.

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