DISCURSO DE EDUARDO ESTRELLA
29 de octubre del 2007

Dominicanas y dominicanos,
Hoy, lleno de júbilo me dirijo a la Nación,
para informarle que nuestra propuesta política ha sido acogida
por las organizaciones: Partido Revolucionario Social Demócrata
(PRSD), presidido por el Lic. Hatuey Decamps; el Partido
Humanista Dominicano (PHD), encabezado por su presidente Elexido
Paula y el Partido Nacional de Veteranos y Civiles dirigido por
su presidente el Lic. Juan Cohen, así como el Frente Nacional
Organizado (FRENO), encabezado por Fervio Rodríguez, junto a
nuestro movimiento Dominicanos por el Cambio.
Frente al incumplimiento de las leyes por
parte de las autoridades, la falta de transparencia en el manejo
de los asuntos públicos, la creciente corrupción en todos los
ámbitos y el abandono de los reclamos del pueblo, no es posible
cruzarnos de brazos.
Mirar a un lado no es una opción aceptable,
callar no sería decoroso y participar en esas prácticas, resulta
para nosotros imposible, deshonesto e indigno.
Los partidos y movimientos integrantes de
esta Cuarta Vía asumen el reto de encaminar a la República
Dominicana por la vía del cambio bajo una agenda democrática,
nacional y solidaria. La Cuarta Vía es una autopista segura, los
otros caminos están cerrados.
Nos proponemos devolverle al pueblo
dominicano la fe y la esperanza, de que éste país es para todos
y no una finca para beneficio y usufructo personal de los que
hoy están y muchos de los que ayer estuvieron en el poder.
Apena mucho ver al gobernante candidato,
querer justificar la legalidad de los dos préstamos de la Sun
Land, sin haber pasado por el Congreso Nacional y sobre el
primero de 130 millones de dólares, justificar el pago de 800
millones de pesos por concepto de intereses, finanzas y seguros,
y por el segundo de 200 millones de dólares, tener el tupé de
decir que no se ejecutó, no porque el gobierno no quería
endeudarse, sino porque la empresa no tenía los fondos para
desembolsar.
Queda demostrado que este gobierno se
comporta como los “tramposos” que hacen sus negocios a
escondidas, para que la población no se entere del uso que darán
al dinero tomado prestado y para que no se ponga en evidencia
como hipotecan al país.
Ya esta bueno, los dominicanos estamos
hartos, no hay cuartos en la calle, definitivamente este
gobierno no sirve.
El problema del país no es de ingresos,
sino de la mala distribución del gasto. El gobierno en los
primeros seis meses de este año recaudo más de once mil millones
de pesos fuera de lo programado, pero de la misma manera en ese
periodo aumentaron los gastos corrientes del gobierno en un doce
por ciento, o sea, se chuparon los mismos once mil millones de
pesos que nos quitaron.
Cada día nos estrangulan más los bolsillos
con la voracidad fiscal, para con esos cuartos mal gastarlos en
altos sueldos, viajes, comidas gourmet en restaurantes, es
decir, que los altos funcionarios de este gobierno se han
aprendido y han practicado muy bien refrán que dice: a lo que
nada nos cuesta, hagámosle fiesta.
Es oportuno que el pueblo dominicano sepa,
que hoy que el precio del barril de petróleo va camino a los 100
dólares, que en el articulo primero, párrafo IV de la ley de
hidrocarburos, se creo un fondo especial cuyo objetivo era
fomentar proyectos de energía alternativa y elaborar programas
de ahorro de energía, y por ese concepto ya el gobierno ha
recibido alrededor de cuatro mil millones de pesos
correspondientes al cinco por ciento de los ingresos percibidos
en dicha ley. Lo preocupante es que no se le ha dicho al país en
que se ha utilizado ese dinero y ni se ha ejecutado ninguna
medida importante que puedan hoy exhibir o valorar, tendente al
ahorro y a la creación de fuentes alternativas de energía.
Este es un presidente que definitivamente
nos tiene acostumbrados a lavarse las manos en vez de
arremangarse la camisa.
El principal problema que hoy enfrenta la
democracia en nuestro país, se debe a que el partidismo
tradicional se ha deteriorado a niveles tales, que ha perdido la
credibilidad y la legitimidad de los diversos sectores de la
vida nacional.
Los partidos políticos tradicionales han
renunciado a los principios y postulados que les dieron origen,
y se han puesto de espaldas a los sanos y sagrados intereses
nacionales.
Lo que existe es una trágica componenda, un
acuerdo de impunidades reciprocas, en la cual se perdonan una y
otra vez las inconductas y los desmanes ejercidos desde el
poder, frente a la mirada de un pueblo que cada vez esta mas
indignado del sistema imperante en el país.
Hay candidatos presidenciales que están muy
ocupados tratando de convencer a la población sobre cuál es
menos malo; cuál aumentó más los sueldos a los altos
funcionarios; cuál ha violado más la constitución, cuál ha
generado más pobreza y desempleo; cuál es más culpable de la
quiebra de las zonas francas; cuál es más corrupto, ellos se
disputan quien ha aumentado mas los gastos corrientes y ellos se
pelean por tener la supremacía en endeudar al país.
A los Santiagueros no se les puede
subestimar, una cosa es vivir y sentir por Santiago y otra es
hacer visitas esporádicas en campaña política. Una cosa es
haberse ocupado de Santiago como funcionario publico y otra es
venir a ofrecer obras cuando se avecina el torneo electoral. En
estos casos nosotros los santiagueros decimos: “ya es tarde para
ablandar habichuelas”.
Con mucho tino, nuestro pueblo llano, al
referirse a algo o alguien que no sirve dice: “Ese vale menos
que una guayaba podrida”.
He aquí dos guayabas, una que dice E’ pa’
lante que vamos y la otra PPH. Ninguna de las dos sirve para
nada, por que las dos están podridas.
Ahora cabe preguntarse ¿Merece este pueblo
que estas guayabas podridas sigan dirigiendo el país? NO
Ya veo que nos estamos entendiendo.
El país esta cansado de uno y del otro, por
que los dos, son mas de lo mismo.
¡Republica Dominicana despierta y lanza al
zafacón de la historia a quienes te han maltratado tanto y se
han burlado de tus sufrimientos!
Aun así, vemos al candidato gobernante,
quien ha gastado millones de pesos a través de una campaña
publicitaria promocionando el gobierno y su candidatura, la cual
va enfocada en una palabra: PA’ LANTE.
Permítame decirle, que con lo del Pa’lante
estoy muy de acuerdo con usted, cosa rara…. explico el por que:
Pa’ lante… va el desempleo.
Pa’ lante…. van los asaltos, los robos a mano armada, los
secuestros, y tantas muertes que vemos a diario producto de la
delincuencia.
Pa’ lante… va la falta de medicina en los hospitales, y la
desatención a la salud de los pobres.
Pa’ lante… van los precios de la
comida, de la gasolina, del gas, de todo lo que necesita el ser
humano para sobrevivir,
Pa’ lante… va el endeudamiento
publico interno y externo,
Pa’ lante…. van los altos
impuestos que pagamos todos los dominicanos,
Pa’ lante… van los escándalos de corrupción.
Lamentablemente si, pa’ lante va la miseria
del pueblo dominicano, si permitimos que se queden los que están
y pero igualmente, que Dios nos agarre confesao si vuelven los
que estaban.
Los dominicanos enfrentamos un gran
peligro, el peligro de que todo siga igual o peor: el mismo
desempleo, la misma delincuencia, la misma corrupción.
El peligro de volver a caer en la trampa,
de esos, que solo quieren quedarse o volver, los que se creen
los dueños de la patria, y que solo esperan su turno para
devorar la economía, la seguridad y el futuro del país.
Para luego venir a pretender comprar
nuestras conciencias con su dinero mal habido.
Hagamos el cambio: con fe, con firmeza. Que
sepan ellos, que los dominicanos no estamos en venta.
Asumimos la firme responsabilidad de
desarrollar las condiciones propicias, a través de un modelo de
desarrollo nacional, en el que prime la seguridad jurídica, para
que el sector empresarial nacional, los inversionistas
extranjeros y los trabajadores puedan desarrollar sus
actividades y producir riquezas, dentro del marco legal vigente
y con apego a los procedimientos democráticos.
Declararemos una lucha sin cuartel, contra
la corrupción, el crimen organizado y la impunidad que están
destruyendo la nación. No me cansare de repetir que con el
triunfo de la Cuarta Vía se iniciará la revolución moral en la
Republica Dominicana.
Reestructuraremos el sector público en un
verdadero aparato, en el que prime la eficiencia y el mérito, la
sobriedad en el gasto público y el propósito de dedicar los
recursos de acuerdo a las prioridades que requieren las
exigencias de: salud, educación, empleo, vivienda, transporte,
avance tecnológico, seguridad pública, apoyo a la producción y
protección del medio ambiente, dándole la prioridad requerida a
la producción agropecuaria; ente fundamental para el equilibrio
social y la alimentación de la población.
Acabaremos con el saqueo impositivo de los
últimos gobiernos, ya que las personas que trabajan arduamente y
actúan según las reglas, están cansadas de pagar mayores
impuestos y recibir poco a cambio.
Ustedes dirán, que muchas de estas cosas
los otros candidatos la incluyen en sus propuestas, y yo les
digo, fíjense bien de donde provienen esas ofertas. ¿ Podemos
creerle al candidato del PPH, donde su gobierno provoco más de
un millón y medio de nuevos pobres en la Republica Dominicana y
llevo el peso casi al 60 por 1 con relación al dólar?. Y todavía
tienen la cachaza de decir, que si saben como hacerlo.
¿Podemos creerle al que encabeza la actual
administración en la que se han perdido mas 60,000 empleos de
zona franca y mas de 100,000 de la micro, pequeña y mediana
empresa?
Ambos son responsables de la situación de
calamidad por la que atraviesa la mayoría del pueblo dominicano.
Ambos le han cerrado, a la clase trabajadora y desempleada, la
puerta de la oportunidad en las narices, al darle por las
costillas con las ultimas cinco reformas fiscales.
Propongo un país distinto.
Aspiro a una nación, donde a esta hora las
madres sepan que darán de comer a sus hijos, donde el derecho a
ser madre no sea una condena y donde el gobierno dominicano
vaya en auxilio de la madre soltera.
Aspiro, a que en nuestra sociedad en vez de
hablar del aborto, se creen estancias infantiles y se proteja la
niñez desvalida.
Aspiro a una nación, donde se le paguen
salarios justos a los servidores públicos, incluyendo policías y
militares.
Aspiro a un país, donde la desigualdad
social no se manifieste con tanta crudeza, como en la
actualidad, donde un funcionario del gobierno gana más de un
millón de pesos, o sea, 300 veces el sueldo de un empleado
público y que terminemos con esta fiesta de unos pocos en
contra de la mayoría.
Aspiro a una sociedad, donde los políticos
no mientan, no saqueen los fondos públicos, a que tengan
sensibilidad social, que dejen a un lado la prepotencia, que no
se quieran burlar de la inteligencia del pueblo dominicano y que
no se pavoneen exhibiendo tantas riquezas.
Aspiro a proporcionar verdaderas
oportunidades a la juventud, quienes son los verdaderos dueños
del futuro, a crear las condiciones para que ellos puedan
estudiar, casarse, hacer familias e insertarse en el mercado
laboral. Aspiro a que ellos se conviertan en los verdaderos
protagonistas del renacer de nuestra patria.
Aspiro a un país donde el envejeciente no
sea una carga para los hijos y la sociedad, sino que por el
contrario sea la fuente de la sabiduría, del consejo, el
referente de los valores morales y el garante de la unidad en la
familia dominicana.
Aspiro a que en mi país haya un Banco de
Reservas, que no solo preste para comprar jipetas, sino que
realice ferias técnicas-agropecuarias donde un pequeño
empresario o un productor agropecuario puedan adquirir un equipo
a bajas tasa intereses y con entrega inmediata.
Aspiro a que cada día mas la mujer
dominicana tenga mayor participación y poder de decisión en los
estamentos públicos y privados de la nación.
Aspiro a que se rescate del abandono a la
gran masa de desempleados, esos que no pueden esperar más y que
hoy deambulan como fantasmas por toda la geografía nacional.
Aspiro a tener una Republica Dominicana,
donde no sea una amenaza de muerte el hecho de salir a las
calles, donde podamos ofrecer seguridad ciudadana y enfrentar,
juntos, con firmeza, la delincuencia, porque de no hacerlo, los
presos seremos todos nosotros.
Aspiro a una sociedad donde no se mueran
indefensos seres humanos a causa del dengue y donde no se gasten
cientos de millones en decoración de oficinas publicas y en
viajes de placer de funcionarios, mientras en los hospitales no
hay ni siquiera jeringuilla y algodón para atender a los
pacientes. Donde se les provea de seguridad social a los miles
de dominicanos que no poseen un empleo.
Aspiro a una sociedad donde no haya un
metro en el que se gaste mas que siete secretarias de Estado
juntas, mientras existen niños recibiendo clases debajo de
árboles y sentados en un block.
Por otra parte, quiero decirle a todos
aquellos que dedicaron sus esfuerzos y maquinaciones a tratar de
librarse de nosotros en el actual proceso electoral y que se
frotaron las manos contando con mi ausencia en la contienda que
se avecina, que sepan que SE LES PELO EL BILLETE.
Aquí me tienen como candidato, tendrán que
competir conmigo y que la cara de Eduardo estará en por lo menos
tres recuadros de la boleta electoral, brindándole una
alternativa seria al país.
Estoy de vuelta en esta contienda, en esta
cita con la historia, he regresado acompañado de hombres y
mujeres de partidos emergentes y de la sociedad civil, que les
caracteriza la coherencia, los principios y la firme
determinación de transformar el país.
Estoy de vuelta, aunque se ha dicho hasta
la saciedad que no dispongo de dinero para hacer una campaña
política, que no cuento con los recursos para acometer la tarea
que me he propuesto. Que orgulloso me siento de que esto sea
así, porque demuestra que no me aproveche de las posiciones
públicas que he desempeñado, porque no he traficado con
influencias, ni he robado. Porque a diferencia de otros no metí
las manos, ni como director de INAPA, ni como Secretario de
Obras Publicas, ni tampoco como Senador por mi provincia de
Santiago.
Que no tengo dinero, eso no me preocupa,
porque la mayoría de los que están aquí y del pueblo
dominicano, tampoco tiene dinero.
Que sirva este testimonio de garantía al
pueblo dominicano, que conmigo como presidente de la Republica
no habrá negocios turbios, ni componendas, ni estructuras
mafiosas.
Porque estoy convencido que el pueblo
dominicano quiere y está decidido a apoyar una opción que este
dispuesta a asumir la responsabilidad. Conmigo se acabará, de
una vez y por todas, el borrón y cuenta nueva.
Yo no aspiro a lograr todo esto sentado
desde mi casa, o como decimos a los que nos gusta la pelota,
mirando el juego desde los blichers. Estamos ya en el terreno,
este es nuestro momento, llego nuestro turno al bate. Daremos un
palo de cuatro bases, para que nuestro equipo, que es la cuarta
vía gane y junto a los fanáticos, que es nuestro pueblo, le
podamos dar las gracias a Dios, para que a partir del próximo 16
de agosto realicemos los cambios que aspira y se merece nuestra
querida y amada Republica Dominicana.
Muchas gracias y que Dios me los bendiga a
todos.

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