Opinión

 

"Violencia del reduccionismo"   (V)

 

 “La violencia exige siempre una justificaciòn frente a la realidad a la que se aplica; y es ahì donde la racionalidad de la violencia confluye con la legitimidad de sus resultados o con la legitimaciòn por parte de quien dispone del poder social.” Violencia y Agresiòn Social, Ignacio Martìn Barò (SJ) 

No es lo mismo que un grupo social determinado ocupe por la fuerza los jardines del Palacio Nacional, que la represiòn que como respuesta le da el Estado con sus fuerzas represivas, fusiles y bombas en manos. Poner en un mismo costal (conceptual y valorativo) unos hechos y otros, es recurrir al mecanismo  ideològico basado en ignorar las raices y la naturaleza històrica de los actos de violencia. 

Los medios de comunicaciòn se referiràn a ambos casos de manera diferente, del primero diràn que: “…por la fuerza ocuparon los jardines del Palacio Nacional…” y, de la otra violencia diràn que:  “…los agentes del orden se vieron obligados a utilizar la fuerza…” 

En ambos casos hay violencia, pero el reduccionismo mediàtico sòlo verà una violencia y la condenarà con los màs recios adjetivos de una sintaxis indignada: “…un hecho sin precedentes, una acciòn incalificable, una actitud imperdonable, un uso abusivo de la libertad de protesta, ocupar los jardines del Palacio Nacional es el colmo de todos los colmos…” 

Pero eso no es anàlisis, eso es reduccionismo del concepto violencia. Los actos de violencia social tienen un valor especìfico que les motoriza y les multiplica. 

La agresiòn  desencadena un proceso que,  una vez puesto en marcha, se incrementa, y no basta con conocer sus raìces para detenerlo. De ahì nace el concepto espiral de violencia, que es un dato anterior a su interpretaciòn; es decir, los factores que determinan el curso de los procesos violentos a crecer cuantitativa y cualitativamente. 

Algunos plantean que la espiral de violencia es un elemento intrìnseco o accidental de la violencia misma. Ya lo dijo el poeta: “La violencia trae violencia, pero nunca la esperanza.” 

Cada proceso de violencia establece sus propias dimensiones, las cuales sòlo son visibles con posterioridad a los acontencimientos, asì por ejemplo, el gobierno de los Estados Unidos  ha puesto la flecha en la diana de la equivocaciòn en el conflicto de Irak, proyectò la capacidad de confrontaciòn del pueblo iraquì hasta el derrocamiento del gobierno de aquel paìs, hasta la muerte de Sadàn Jusein y, cuàn otra es la realidad, lo mismo le pasò en Korea y luego en Vietnam. 

Por no haber un manejo adecuado por parte de sus asesores del concepto de la esperial de violencia, Estados Unidos  ha tenido que enfrentar realidades totalmente imprevistas, que cada dìa que pasa se tornan màs insostenible por el costo en vidas de ambos bandos y por el costo econòmico y polìtico.  

La teorìa psicosocial y de la sociologìa moderna establecen cuatro factores constitutivos de la violencia: 

a)La estructura formal del acto de violencia;  b) La ecuaciòn personal;

El contexto posibilitador de la violencia;   d)  El fondo ideològico.

1.- La estructura formal del acto de violencia, es la conducta como forma intrìnseca, su formalidad  especìfica como totalidad de sentido. Esto asì porque todo acto violento tiene su propia configuraciòn  que se manifiesta en la aplicaciòn de un exceso de fuerza sobre una persona o grupo de personas, o sobre un proceso. 

2.- La ecuaciòn personal,  son aquellos elementos  del acto  que sòlo son aplicables por el particular caràcter de la persona que lo realiza. De ahì nace la teorìa investigativa de los asesinos en serie, que son identificados por la aplicaciòn de los mismos mètodos en cada uno de sus crìmenes. 

3.- El contexto posibilitador de la violencia, es aquella situaciòn mediata o inmediata que debe  darse para que pueda realizarse el acto de violencia: tanto el desencadenamiento, como la ejecuciòn del acto violento en sì, requieren de un contexto propicio. El contexto puede ser: Amplio o social y, inmediato o situacional. 

4.- El fondo ideològico de la violencia,   es esa realidad social configurada por intereses de clase, de donde surgen valores y racionalizaciones que determinan su justificaciòn. Dicho de otra manera, es la propia racionalidad de la violencia en el sentido de que la aplicaciòn de la fuerza para sacar algo o alguien de  su estado natural, produce resultados determinados. Lo cual no significa que los actos violentos y los agresivos provengan siempre de las àreas racionales del ser humano o del Estado. (Continuarà) 
 
 

El Lic. Angel Artiles Díaz es Prof. Titular de la Carrera de Derecho (UTESA-Puerto Plata) 
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