"Violencia del reduccionismo"   (VI)

 “La violencia exige siempre una justificaciòn frente a la realidad a la que se aplica; y es ahì donde la racionalidad de la violencia confluye con la legitimidad de sus resultados o con la legitimaciòn por parte de quien dispone del poder social.” Violencia y Agresiòn Social, Ignacio Martìn Barò (SJ) 

Existe un modo de violencia que se la denomina “Institucionalizada” es aquella que se ejerce (mayoritariamente) contra poblaciones y que, està incorporada  al ordenamiento social, que es mantenida por las instituciones sociales y que se justifica y se legaliza a travès de los sistemas jurìdicos que sustentan el accionar del Estado. 

¿ Como se manifiesta ? Con salarios que no alcanzan para satisfacer las necesidades bàsicas, con represiòn  a todo intento organizativo, con el control de los sistemas educativos, con el abandono de los servicios bàsicos a cargo del Estado, con el intento diario por hacer creer que toda deficiencia es parte del funcionamiento normal de la sociedad, etc.. 

La violencia Institucionalizada  la construye el règimen establecido, los responsables del orden social establecen las condiciones en que se puede producir la violencia con su respectiva justificaciòn y basamentada en cuatro factores: 

1.- El agente de la acciòn: Es lo que, o a quièn se considera como agente legìtimo para la comisiòn de actos de violencia, con derecho para cometer la agresiòn; 

2.- La vìctima: Son los estratos bajos de las poblaciones, los cuales mientras màs bajos  màs violencia reciben y màs se justifica ese accionar contra ellos. Nunca se hace una redada en un residencial de clase alta. 

3.- La situaciòn en que se produce el acto de violencia: cuando uno de los de abajo se defiende de una agresiòn, esa defensa es un acto de violencia o cuando la violencia es la expresiòn de una pasiòn, o de un vicio. 

4.- El grado de daño producido a la vìctima: Este factor pone en apuros a las intituciones o agentes que producen la violencia, porque mientras mayor sea el daño, mayor serà el esfuerzo para justificarlo. Ahì entran los medios de comunicaciòn a hacer su papel de reduccionismo de la violencia: Si esos mèdicos no hubiesen obstaculizado el trànsito, no se les hubiese tirado esas bombas lagrimògenas. 

Los actos de violencia justificados en una sociedad estàn colocados en una relaciòn directamente proporcional con la justificaciòn legitimadora de la violencia de cara a los intereses del poder establecido. 

Por ejemplo, Paulo Freire, planteò en 1970, que   una forma de justificar la violencia era devaluando a la vìctima, lo cual actua como agente tranquilizador de la conciencia de quien comete el acto de violencia y lleva a los terceros (opiniòn pùblica) a exclamar: ¡Bien hecho, se lo merecìa! Cuando se dice: La persona muerta a balazos tenìa siete fichas por robos y atracos. 

Se establece una dialèctica de opresor  y oprimido: Que el opresor aplique violencia contra el oprimido es algo “natural”. 

La violencia no es una medida en sì misma sino un producto que afianza un poder  y de ahì se desprende la vinculaciòn entre la justificaciòn de la violencia y los intereses sociales dominantes.  

Los psicòlogos podrìan aportar mucho, respecto a los conceptos emitidos en los renglones anteriores, porque ellos tienen mucho material para enriquecer el debate en este sentido. Ojalà  se motiven con el atrevimiento que cometo escribiendo este artìculo, produzcan respuesta afirmando o negando lo expresado precedentemente y podamos tener una visiòn propiamente tècnica y profesional al respecto. (Continuarà) 
 
 

El Lic. Angel Artiles Díaz es Prof. Titular de la Carrera de Derecho (UTESA-Puerto Plata)