¿4% PARA LA EDUCACIÓN? SÍ, PERO…

Ultima Actualización: martes, 26 de junio de 2012. Por: Juan Yamil Musa

Ahora bien, la discusión ya no debe radicar en si se aplica la norma o no, sino en qué radicará el aumento en el gasto para su aplicación.

En la pasada contienda electoral, la República Dominicana dio un paso agigantado en la persecución de la democracia. Todos los candidatos presidenciales se comprometieron públicamente, con la sociedad completa, a poner en aplicación el gasto mediante partida presupuestaria del 4% del Producto Interno Bruto sobre el sector Educación. Así las cosas, el Lic. Medina, Presidente electo, tiene en sus manos la oportunidad de cumplir con dicha promesa de campaña. Desde luego, la promesa recae sobre la necesidad, imperativa, impostergable, de poner en ejecución la normativa legal, vigente desde el año 1997, mediante la Ley denominada “Ley General de Educación” de fecha  4 de febrero de 1997. 
 
Ahora bien, la discusión ya no debe radicar en si se aplica la norma o no, sino en qué radicará el aumento en el gasto para su aplicación. Aumentar de un 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB) actual a un 4% los gastos del presupuesto conlleva la puesta en movimiento de toda una maquinaria comercial a nivel nacional que le sirva al Estado en la eficiencia de la aplicación de dicha ley. Mejores y nuevas infraestructuras, ampliación del desayuno escolar, inversión en tecnologías, horarios extendidos, mejores salarios para los profesores, etc., son algunas de las cuestiones sobre las cuales deberá mejorarse la inversión. ¿En cuáles aspectos realmente debe de centrarse el próximo gobierno para la aplicación del 4%? En todos, pero principalmente, en la formación académica y profesional de nuestros profesores, esencia de la educación. 
 
 Debe centrarse el Estado en el material humano que posee, y la elevación a un nivel altamente superior del nivel educativo al actual debe ser la meta. La realización de Maestrías y Doctorados, de todos los profesores a nivel nacional tiene que ser el objetivo por excelencia de nuestro país. Aquellos que posean un título de grado, apoyarles en la elaboración de Maestrías en áreas afines a la Educación; y todos aquellos que posean Maestrías, seleccionar los mejores perfiles para la realización de Doctorados, tanto en universidades nacionales como internacionales. En un plazo de 2-4 años podemos elevar significativamente la calidad de la educación en nuestro país. Es decir, si habrá una prioridad en el aumento del gasto del presupuesto, debe situarse en la formación profesional de nuestros educadores, de todos los niveles: inicial, básico y secundario.  
 
Otra de las cuestiones que debe lograr el gobierno es conseguir un apoyo constante y fluido de potencias latinoamericanas en materia de Educación, tales como Chile y Cuba, por citar dos ejemplos, con la finalidad de aprender de manera directa de estos países las experiencias que los mismos han tenido. Esta colaboración desde luego, se debe hacer extensiva a toda la comunidad internacional, sobre todo aquellos países que han superado etapas similares a las nuestras. 
   
Hay mil ideas viables para el mejoramiento de la educación en nuestro país. Pero debemos tener cuidado con las intenciones desviadas de grupos económicos ocultos detrás del gran eslogan que gritaba a cuatro vientos “4% para la Educación”. Detrás de un reclamo legal, se quiere tergiversar el aumento de la inversión. Cuidado que oportunistas no faltan.  4% para la educación Sí, por exigencia de la Ley, y por obligación del Estado. Pero cuidado: nuestro problema no debe ser el qué, sino el cómo. La problemática no es de fondo, sino de forma.