Es de todos conocidos la euforia que despertó el Doctor Leonel Fernández cuando fue candidato presidencial por primera vez, entre las mujeres Dominicanas que votaron masiva y ordenadamente, por el candidato presidencial del Oficialista partido de Gobierno.
A pesar del tiempo transcurrido, y a pesar de que el protagonista de la historia es otro, la mujer dominicana no ha perdido de vista las promesas de campaña en la que promovieron igualdad y equidad en el trato a las mujeres del partido morado.
No obstante las circunstancias, las mujeres siguieron favoreciendo en las urnas al PLD y sus gobiernos desde los tiempos de Leonel; aunque se burlaran de ellas, y como premio a esa lealtad, solo recibieron el pírrico 13 % de los puestos de gobierno desde el año l 1996.
El recién celebrado congreso interno del PLD volvió a confirmar el egocentrismo sexista que predomina en las cumbres dirigenciales de ese partido, ya que la llamada cuota femenina no registró cambios esperanzadores, frente al predominio arrollador de los hombres dentro la conformación de la estructura de control y dirección de esa congregación partidista.
Quisiera creer que los resultados emanados de las votaciones internas del PLD son el fruto de la “casualidad” o de algún inexplicable fenómeno histórico, porque solo así se podría explicar que el evidente liderazgo femenino que ha emergido a lo interno del PLD no se manifestara en votos a favor de esas lideresas.
Porque si hubiera que buscar las raíces de ese “fenómeno” tendríamos que llegar a la conclusión de que el retroceso y el caudillismo han minado las entrañas del peledeismo…
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