Invertir, Invertir, Invertir.

Ultima Actualización: miércoles, 04 de junio de 2014. Por: Juan Yamil Musa

Es natural que la relación Gobierno/Sector Privado/Institución debe estar basada en fuertes cimientos.

Por: Juan Yamil Musa 
 
Debo destacar que el interés de compartir las presentes líneas nació luego de consultar una interesante noticia publicada en el periódico Listín Diario, en su edición de fecha 3 de junio de 2014, en su sección especial de The Wall Street Journal Americas.
 
Se destaca en la citada sección, una nota de carácter internacional que debiera servir de ejemplo, titulada: ¨El secreto del poderío industrial alemán: una red de institutos de investigación respaldados por el gobierno y el sector privado impulsan la innovación.¨
 
Se resalta el apoyo que ha dado Alemania a la industria manufacturera de alta tecnología, que la convierte en todo un referente en la materia, tanto así, que recientemente, el presidente de Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama, solicitó a su congreso 1,000 millones de dólares para el financiamiento de una Red Nacional de Institutos de Investigación para su país. ¿Qué ha querido imitar Obama? Lo realizado por el Gobierno Alemán conjuntamente con la Sociedad Fraunhofer, cuyo instituto ha colaborado a que el motor económico europeo se convierta en el país exportador líder en manufactura de alta tecnología.
 
Las empresas alemanas, en diversos renglones, han trabajo de la mano con la Sociedad Fraunhofer, para el desarrollo de la innovación, desde renglones como biología molecular hasta administración de datos y tecnología. El caso de las empresas del sector construcción es notable en su apoyo constante a la Sociedad Fraunhofer.
 
La estructura que se conforma alrededor de la investigación y la tecnología es admirable. Inicialmente la Sociedad  Fraunhofer se encarga del desarrollo de determinada investigación; ésta a su vez, solicita el apoyo económico de empresas privadas y del gobierno, quienes colaboran en aras de obtener resultados económicos positivos, mediante  el financiamiento de dichas investigaciones. Posteriormente, terceras empresas se encargan de producir bienes destinados a complementar las investigaciones, ya que la producción final del producto se hace de manera participativa con otras entidades alemanas, y de esta manera se diseña, se produce y se comercializa el bien dentro de Alemania, sin tener que requerir de empresas extranjeras participación alguna, lo que se aprovecha en un abaratamiento de costos. Produce, por vía de consecuencia, la atracción de inversión extranjera que desean participar como empresas contratistas de esta institución para inmiscuirse en los procesos de producción, lo que se traduce en una creación constante de empleos y mejoraría de la calidad de los recursos humanos.
 
Todos estos procesos necesariamente obligan que la masa laboral sea cada más de mayor calidad. El 30% de la fuerza laboral de la Sociedad Fraunhofer lo conforman Doctores e Investigadores en Ciencia y Tecnología, a quienes, posteriormente, la misma sociedad les impulsa a crear sus propias empresas, de manera que todo el ciclo alrededor de dicho instituto es dinámico, colaborando así al establecimiento de una sociedad activa y productiva en cada fase comercial que la misma desempeña. La mecánica detrás de todos estos procesos es digna de estudiar y emular, teniéndose como epicentro un Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología. 
 
Si verificamos con detenimiento, es natural que la relación Gobierno/Sector Privado/Institución debe estar basada en fuertes cimientos. Pero, más allá de la necesidad de contar con un eje tripartito de esta naturaleza, la esencia principal es la inversión. Se hace necesario invertir, por parte de cada una de las entidades llamadas a hacerlo. Los beneficios son múltiples invirtiendo en investigación, para cada sector envuelto: para el instituto, el desarrollo de nuevas tecnologías en provecho de toda la sociedad; para el gobierno, que mediante su apoyo garantiza que el país sea líder de área; para el sector privado, ya que una vez hecho el  financiamiento, posteriormente se beneficia de las patentes registradas; para la ciudadanía, que obtiene empleo de calidad y a su vez, estos se convierten en emprendedores mediante la creación de nuevas pequeñas y medianas empresas.  
 
República Dominicana deberá interiorizar la importancia de invertir tomando como ejemplo este tipo de estructura. La inversión en tecnología es rentable, y beneficia a toda la sociedad en su conjunto. Invertir, Invertir, Invertir, esa es la respuesta.