Por: Maria Gonzalez
De nuevo los dominicanos volvemos a presenciar toda una algarabía con respecto a la convivencia nuestra con el hermano pueblo haitiano, esta vez se trata de la desafortunada propuesta de levantamiento de un muro de concreto a todo lo largo de nuestra línea fronteriza; con el cual se plantea dejar resuelto el problema de la migración ilegal de millares de haitianos hacia el territorio dominicano.
Ahora es la voz de un recién estrenado legislador, quien haciendo gala de su anti haitianismo rancio y de un nacionalismo trasnochado, sostiene la tesis de que invirtiendo unos cuantos miles de millones de pesos construyendo un muro en la frontera nos podríamos librar de la molestosa presencia de los negros de haiti.
Creo sin temor a equivocarme, que la construcción de semejante muro, ciertamente resultara beneficioso y ganancioso para muchos; en especial para aquellos funcionarios, ingenieros y constructores que tendrán a su cargo dicha obra, ese será el primero y mas importante beneficio, porque servirá para engordar los bolsillos de muchos que desde la sombra del poder siempre han pescado en rio revuelto, especialmente con el caso de los haitianos.
Proponer la construcción de un muro para separarnos de haiti y de los haitianos, es hacer creer que la fiebre esta en la sabana, porque el problema con Haití no está en si los mas pobres de allí cruzan para este lado, sino que quienes hoy despotrican contra ellos, son los mismos que ayer promovieron, propiciaro y ejecutaron el transporte masivo de braceros haitianos para utilizarlos en la industria azucarera, en las grandes construcciones y hasta para ponerlos a votar por uno u otro candidato.
En esos momentos la ilegalidad era legal, porque esos ilegales tenían hasta centros de cedulación, tenían patrones protectores, “enllaves y seguidores” de quienes de manera hipócrita, hoy quieren aislarlos con un muro de concreto, porque para esos personajes lo que les molesta son los pobres, porque ellos nunca han dicho nada de los grandes ricos y corruptos haitianos que vienen al país como a su casa, tienen villas y mansiones de este lado de la frontera… esos son honorables señores que merecen respeto y consideración de todo el mundo…!
A pesar de todo; no simpatizo con la presencia masiva de migrantes haitianos a este lado, pero de ahí a proponer medidas hipócritas para resolver un problema que tiene responsabilidades compartidas de ambos lados, es un acto de irresponsabilidad de quien quiere cargarle el dado a un solo lado…
Hasta pronto…. Muydecerca10@hotmail.com