Por: Maria Gonzalez
La masiva epidemia viral llamada “Chikunguya” que afecta a toda la República Dominicana ha motivado el surgimiento de una gigantesca ola de temores, comentarios y teorías populares que aunque sin una evidente base científica, ponen en cuestionamiento los verdaderos orígenes del virus, cuya propagación se le atribuye al conocido mosquito “aedes egipsus” que desde tiempos inmemoriales registra su presencia en el ambiente natural dominicano.
El surgimiento de dicha epidemia, además de sus efectos nocivos en la salud, también ha servido para activar la imaginación de los ciudadanos en todos los niveles, quienes haciendo gala de un vasto ejercicio imaginario sostienen enconadamente sus particulares teorías y conclusiones en las que niegan o cuestionan las afirmaciones oficiales que atribuyen al citado mosquito, la propagación del mencionado virus.
Algunos de esos argumentos de los “científicos populares” parten de reflexiones que se acercan a los caminos de la lógica porque parten del hecho de que siendo el mosquito “aedes egipsus” una plaga endémica en el territorio nacional; y siendo el virus de la “Chikunguya” originario del Africa Tropical, y teniendo en cuenta el hecho de que la mezcla étnica afro descendiente, que conforma nuestra población, no se explica porqué es ahora cuando se registra aquí, la aparición del susodicho germen infeccioso, porqué no fue antes…?
Lo bueno de la Chikunguya es que reactivó algo que parecía dormido en nuestra sociedad, que es el poder de la imaginación y de la inventiva popular de los dominicanos, toda vez que en estos momentos, todos buscamos una explicación lógica que nos convenza sobre los verdaderos orígenes del virus que se propaga a una velocidad meteórica.
Ante la avalancha de comentarios y teorías sobre la epidemia y la procedencia del virus, nuestro ministerio de salud pública, apenas se ha limitado a promover una simple campaña de eliminación de criaderos del mosquito, y recomendar paliativos contra los efectos del virus, pero demostrar ni averiguar cual es el verdadero origen de la presencia del germen infeccioso en nuestro medio.
Esa vacilación o silencio sospechoso, ha propiciado la aparición de una legión de “Científicos domésticos” dominicanos que vienen ensayando sus propias teorías y recetas caseras dirigidas a enfrentar los devastadores efectos de la “chikunguya Quisqueyana” llegando algunos a aventurarse tanto que hasta afirman que esta tiene sus raíces entre los interés geopolíticos imperiales dominantes en la región, llegando incluso a atribuirse la presencia viral a maniobras químicas bacteriológicas… lo cual aunque luce fantasioso, podría ser un argumento que se acerca a la lógica de los intereses socio políticos dominantes en el hemisferio…
Hasta pronto… muydecerca10@hotmail.com