PUERTO PLATA.- De manera impactante una mujer de nacionalidad haitiana murió ayer cuando era trasladada hacia un centro de salud de Santiago, pero al regresar a Puerto Plata la misma resucitó y de forma increíble volvió a fallecer tras experimentar aparentemente un estado de catalepsia.
La fallecida fue identificada como Selenia Muñoz quien tenía desde hace días complicaciones de salud y se encontraba interna en el hospital Ricardo Limardo de esta ciudad, pero al empeorar su cuadro clínico la misma fue remitida al hospital regional universitario José María Cabral y Báez de Santiago expirando en el camino y tras regresar a Puerto Plata de manera sorprendente abrió los ojos y se paró de la cama donde la estaban preparando en su vivienda para velarla, muriendo nuevamente minutos después.
Según los datos suministrados por el reportero gráfico Ramón Tavares, los familiares de Muñoz solicitaron a los médicos realizarle un electro cardiograma para comprobar su muerte cuyo estudio reveló que su muerte es real, por lo cual se procedió a darle cristiana sepultura ante la mirada de centenares de curiosos que acudieron a ver el sepelio de “la mujer que murió, vivió y se volvió a morir”.
En torno a este impactante caso, los expertos en medicina han revelado que la fallecida dama de nacionalidad haitiana pudo haber experimentado un estado de catalepsia que es un estado biológico en el cual la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales, cuando en realidad se encuentra viva en un estado que podría ser consciente o inconsciente, lo que puede a su vez variar en intensidad ya que en ciertos casos el individuo se encuentra en un vago estado de conciencia, mientras que en otros pueden ver y oír a la perfección todo lo que sucede a su alrededor.
La gravedad de la enfermedad llamada catalepsia, radica en que la persona puede ser sepultada estando aún con vida y despertar en cualquier momento ya que normalmente puede llegar a durar tres días, en los cuales la persona en estado de muerte aparente, podría ser enterrada y despertar ya dentro del ataúd.