Albóndigas venenosas

Ultima Actualización: lunes, 15 de diciembre de 2014. Por: Ramiro Francisco

La Agencia de noticias REUTERS califica a México como el país de América Latina más peligroso para el ejercicio del periodismo.

El trabajo que realiza el periodista es uno de los más peligrosos, donde su ejercicio ético y responsable en muchos países, ha costado la vida de no pocos comunicadores.
 
En naciones arropadas por la corrupción en todas sus manifestaciones y el narcotráfico, es muy rara la no ocurrencia de muertes de periodistas.
 
La Agencia de noticias REUTERS califica a México como el país de América Latina más peligroso para el ejercicio del periodismo. Esa peligrosidad por igual existe en Colombia, Brasil, Guatemala…otros entre los que no escapa República Dominicana.
 
Los corruptos, perversos y delincuentes, no toleran, apenas disimulan con enojo, cuando algún periodista o determinado medio de comunicación hace eco de denuncias sobre actos y atropellos cometidos por esas personas, generalmente enquistadas en el poder o muy cerca del mismo.
 
Utilizan crápulas y sicarios de honras, para tratar de restarle méritos al o los programas, medios o periodistas que se atrevan, en el cumplimiento de su rol social, con responsabilidad y valentía, denunciar sus atrocidades.
Contratan hackers, dañan cuentas y servidores, intervienen teléfonos, tratan de amedrentar de una y mil maneras, provocan atentados y llegan hasta el asesinato.
 
Dicen, que en México se le llama a la Prensa, el “perro guardián de la democracia”.
 
Conscientes de eso, es que muchos andan con albóndigas en ristre, para lanzarlas y desviar la atención del “perro guardián”.
 
“Albondigas” como casas, sueldos sin trabajar, villas vacacionales, nombramientos a familiares sin tener que asistir a puesto alguno, publicidad engañosa hasta sin tener programas o medios, viajes al exterior a hacer nada, fines de semana en hoteles de lujo, y mil maneras para desviar la atención del “perro guardián”.
 
Cierto, que las albóndigas son venenosas. ¡Pero qué olor tienen!
 
No detractemos tanto al periodista, sin tratar de calzar sus zapatos.