Todas las sociedades oagrupaciones sociales proyectan y requieren de líderes, dirigentes oconductores, que de acuerdo al grado de su influencia sobre la masas deindividuos que la integran, superan sus papeles funcionales y pasan a ser unaespecies de mecías, salvadores u hombres esperados.

Ese papel le correspondió apersonajes como: Moisés, Abraham, Mahoma, Jesucristo, Mahatma Gandhi, CarlMarx, Lenin, Mao Tse Tung y otros quienes según sus ideas y conceptos de lavida de los hombres, dejaron impresos en los diferentes estadios de las sociedadesen que actuaron, cada una sus improntas particulares que los distinguieron ylos hicieron parte de la historia general de la humanidad.-

Aunque es nuestro país unadiminuta partícula del universo social, no deja de ser una expresión enminiatura de lo que a nivel global requiere el hombre para cifrar susesperanzas en un mundo futuro diferente, próspero, justo y humano;  ya que aquí también tenemos  nuestros propios mecías y libertadores que  dejaron impresas sus huellas en los anales denuestra historia social, política, cultural y religiosa.

Igual que el resto del mundo,tuvimos lideres que desde los caciques Guarocuya y Anacaona, Pasando por JuanSánchez Ramírez, Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón o Caamaño, recogieron parasi mismos, el requerimiento que la historia les asignó en relación con la viday la suerte del pueblo dominicano que en su momento representó cada uno.

Puerto Plata; nuestra patriachica, no deja de ser aun un sencillo átomo del universo de pueblos del mundo,cuya historia, pasada, presente y futura; requiere de liderazgos, deconductores que   asuman y recojan el llamado de la necesidadsocial que invita a demostrar las dotes y características de “hombresnecesarios” que expresando virtudes excepcionales conciten simpatías, respeto,admiración y disposición colectiva de trabajar por el bien de todos.

Ese líder; transparente, abierto,dispuesto, servicial y democrático es el que buscan los Puertoplateños,despojado de toda mácula y de toda actitud divorciada del buen trato y la buenaconvivencia con sus conciudadanos; y la ausencia de ese tipo de hombres es elque lleva a la desesperanza y la incertidumbre de un pueblo que ve desmoronarseel futuro en manos de un presente sombrío, escaso de opciones y de salidas enel laberinto que nos agota…