Nacionalistas y patriotas…

Ultima Actualización: lunes, 19 de octubre de 2015. Por: Maria Gónzalez

En fondo de la cuestión, no es asunto de nacionalismo republicano ni de patriotismo idealista...

Desde la génesis histórica de la vida republicana de nuestropaís, dos corrientes se debaten en el seno de nuestra sociedad y en todo elcuerpo social que nos representa, son ellas: el nacionalismo republicano y elpatriotismo idealista que motiva las epopeyas de nuestra historia.

Para algunos sectores, ambos términos podrían ser sinónimos,más no lo son; sino que al compararlos sociológicamente, nos encontramos queson diametralmente opuestos, porque el nacionalismo republicano es la expresióndel sentido concreto de pertenencia a una unidad de grupos sociales que actúany conviven en un mismo territorio, atados por un armazón jurídico que se colocapor encima de las diferencias sociales, políticas o económicas, mientras elpatriotismo idealista, es un concepto filosófico que unifica y representa loscriterios de identidad cultural, racial y social de los conglomerados quehabitan un territorio.

El patriotismo reivindica el derecho a un territorio propio,a decidir y escoger las formas de vida, los conceptos socio económico yjurídico que normen la sociedad, promueve la defensa del medio natural comohábitat colectivo y sobre todo expresa la intrínseca aspiración de libertad quesubyace en todos los individuos.

Partiendo de la visión de ambos conceptos, observo como demanera indistinta se viene desarrollando en el seno de nuestra sociedad, unaintensa campaña de evidentes tintes “ultranacionalistas” aunque disfrazada deun falso patriotismo que nos está conduciendo a la idea de que nuestranacionalidad está amenazada por la presencia de otro pueblo que comparte connosotros este territorio insular, como es el caso del pueblo haitiano.

Esa campaña de origen chovinista y racial nada tiene depatriótica, porque ella envuelve en su prédica el peligro de una confrontaciónbélica con nuestros vecinos isleños la cual encierra más que un peligro desuplantación de nuestras instituciones, un afán de predominio racial sobre unpueblo que al igual que nosotros arrastra el lastre de la esclavitud y elsojuzgamiento de las potencias imperiales.

No se trata de una confrontación patriótica, mas bienobservo como al amparo de la complicidad de las clases dominantes de un lado ydel otro, se promueve la especie de la invasión pacífica, como un recurso paradistraer a los dos pueblos frente a los verdaderos intereses de dominaciónsocial que la geopolítica pretende imponer en ambos territorios.

Esto nos induce a pensar que en fondo de la cuestión, no esasunto de nacionalismo republicano ni de patriotismo idealista, sino un asuntode intereses que afectan al medio natural de los grupos que habitamos ambosterritorios, que agrede nuestras normas de vida y nuestros derechos deciudadanía, de manera que si en nombre del patriotismo se plantea algunaconflagración, no sería contra el pueblo haitiano contra el que se debaapuntar.-