Señales preocupantes…

Ultima Actualización: lunes, 26 de octubre de 2015. Por: Maria Gónzalez

Si eso no es una señal; entonces que Dios nos agarre confesados….!

Con el devenir de los días, nuestro pueblo ha idoregistrando una serie de hechos que por la forma en que se van sucediendopueden interpretarse como señales que nos está enviando nuestra sociedad como  advertencia de que algo grande está por venir…

No se trata de que esté parodiando a ninguna de lasdenominaciones cristianas que desde hace mucho vienen prediciendo el fin de lostiempos, o un apocalipsis bíblico que pondrá término a toda obra humana erigidasobre la tierra.

Se trata de hechos simples, que envuelven la vida cotidianade nuestro pueblo, que sin pretender ser un anuncio apocalíptico, nos adviertenque nuestro cuerpo social se resiente de fuertes malestares que podríanllevarlo, sino a un coma prolongado, conducirnos a un colapso inesperado detodas nuestras estructuras institucionales.

Esos malestares de ingravidez se ven en órganos vitales comonuestro sistema judicial; con jueces venales vendiendo sentencias por un platode lentejas, en el aparato administrativo del estado con funcionarios de todoslos niveles apoderándose de cuanto bien público pueda llegar a sus manos, en elpoder legislativo; con equipo legislativo que desdice de sus condiciones detribunos del pueblo para ser simples mercaderes de influencias; en el seno dela familia con padres asesinando madres, con hijos asesinando padres y madres oparientes violándose unos a otros.

Cualquiera diría que con un panorama como el que se describeya no queda más nada por ver, y que sencillamente ya estamos tocando el fondode la degradación moral y social, no obstante todo indica que es apenas elcomienzo de los tiempos de dolores, porque seguimos presenciando empresarioscorruptos, venales y violadores consuetudinarios del orden jurídico que tantodefienden, grupos o sectores militares y policiales comprometidos con el crimeny la delincuencia, a la que están llamados a combatir, todo esto amparado porun silencio y una inercia del ejecutivo rayana en la complicidad.

A todo esto se agrega la oleada de denuncias acciones deprotestas y escaramuzas internas al interior de los cuerpos castrenses y de lapolicía nacional, donde lo que en un principio comenzó con un curioso videosubido a las redes sociales por un agente policial, hoy es una preocupantetendencia repetitiva … si eso no es una señal; entonces que Dios nos agarreconfesados….!