Vivir sin miedo

Ultima Actualización: miércoles, 16 de diciembre de 2015. Por: Maria Gónzalez

Quien no trasciende a las nimiedades de los pueblos pequeños, vive la paranoia de ser ciudadanos con ínfulas de vivir en metrópolis imaginarias.

La búsqueda de libertad, aquella que nos hace verdaderamentelibres, es  el mayor tesoro que alcanzanlos seres humanos; digo esto como fruto de mi experiencia, frente a losdistintos seres humanos con los que la vida me ha dado la oportunidad detratar.

Y este artículo, no llega ni siquiera a la crítica o aljuicio de valor contra los que creen ostentar  las mayoresvirtudes  humanas, y hasta teologales, lafortuna más grande, la santidad adornada, el desenfreno, la indiscreción, laligereza para hablar de los demás.

La gente que se abroga las grandes virtudes y se consideracon el permiso , de Dios para sentirse superiores viven llenos de cumplidosfabricados, en una situación difícil no pueden dar la cara, tampoco son capacesde confrontar a quien los enfrentan.

No obstante esas personas si son raudas descalificando yvilipendiando a quienes les contradicen , siempre con el deseo de que ladesaparición de quien piensa diferente le asegure un escalón  de reconocimiento y valoración sobre lasespaldas de los demás, sin otro merito que el sentirse superiores.

Estas palabras son la conclusión de que quien no trasciendea las nimiedades de los pueblos pequeños, vive la paranoia de ser ciudadanoscon ínfulas de vivir en metrópolis imaginarias.

La única verdead, la única realidad, es que nadie se resisteal amor,  si es verdadero, vivir sinmiedo, es poder dar amor….