PUERTO PLATA. - Las calamidades siguen a la orden del día en el Centro Correccional y de Rehabilitación San Felipe de esta ciudad atlántica, ya que presuntamente desde hace varias semanas los reos confinados allí se están muriendo de hambre.
Dicha situación fue denunciada a través de una carta manuscrita por un interno quien guarda prisión en dicho penal, cuyo nombre se omite para evitar represalias en su contra, el cual asegura que a los privados de libertad no les están dando alimentos.
En la misiva difundida por un familiar del prevenido a través de las redes sociales, se asegura que los internos son mantenidos tal como si fueran animales ya que además de no recibir la cantidad de comida necesaria, en la cafetería sólo venden refrescos de botella.
“A los presos de la cárcel pública de Puerto Plata se lo está llevando el mismo Diablo, ya que muy pocas veces le dan la cantidad de comida requerida, pero tampoco reciben atenciones médicas y en los pabellones donde están distribuidos no so aseados debido a que ni siquiera tiene una escoba para barrer”, denunció un señor que tiene un pariente recluido allí.
En tal sentido acusaron a la directora de ese penal, Pascuala Vargas, de actuar como “una dictadora” ya desde su llegada hace más de seis meses, la situación de bienestar y dignidad humana de los presos ha empeorado debido a que se le ha restringido la alimentación.
De manera indignada, varios familiares de ciudadanos que cumplen condena en dicho Centro Penitenciario, condenaron que además de disminuirle las pírricas raciones alimenticias, a los presos no les brindan atenciones médicas, hasta el punto de que muchos han muerto en los últimos días.
Acusaron de “elitista” al procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, quien recientemente estuvo realizando una visita al Centro Corrección y de Rehabilitación San Felipe, pero sólo llegó a la oficina de la directora y no fue a inspeccionar los pabellones donde están los presos.
“Queremos pedirles a ustedes periodistas que nos ayuden en este caso, ya que al preso lo están dejando morir de hambre, por lo cual las autoridades competentes deben abrir una investigación urgente a fin de que la calidad de vida de los detenidos pueda cambiar”, subrayó una señora cuyo hijo cumple una pena de 10 años por homicidio.