PUERTO PLATA.- Un ciudadano puertoplateño aseguró que los beneficios médicos que podrían aportar la legalización de la marihuana en el país son mucho más, que los potenciales males.
Juan T. Llibre al exponer su parecer sobre el controversial tema de la legalización del “cannabis”, cree en su lucha y una base científica que le da fundamentos a su punto de vista.
Llibre asegura que su investigación fue llevada a cabo en el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, lo cuales lo llevaron a la conclusión de que “no existen los adictos a la marihuana y lo que existe son cuerpos que no pueden sintetizarla correctamente”.
Afirma que todos los cuerpos humanos en buen estado de salud, producen los mismos compuestos prohibidos por la ley, como el tetrahidrocannabinol (THC), poniendo de ejemplo el caso de que en la leche materna donde el THC está presente en grandes cantidades, porque es lo que estimula el reflejo de succión.
También señala la presencia del sistema endocannabinoide en las personas, descubierto en 1988 por Allyn Howlett y William Devane, como prueba de lo absurdo de “pretender legislar contra las leyes de la evolución humana”.
Explicó que el sistema endocannabinoide funciona como un servicio de correo entre los tejidos del cuerpo humano y controlan el paso de sustancias bioquímicas vitales para la salud.
Juan T. Llibre se define como un activista de la legalización del uso médico de la marihuana ya que dejaría provecho económico al país y facilitaría un tratamiento de calidad para pacientes que requieran de su uso en vista de que “el Estado no puede seguir asesinando enfermos”.
Por tal razón, en su propuesta de legalizar la marihuana, Llibre visualiza al Estado como “un regulador, que luego incentivaría a la industria farmacéutica” y reveló que desde hace cinco años, trabaja con ayuda de expertos, en un anteproyecto para la legalización de la marihuana.
El proyecto contempla eliminar la marihuana de la lista de sustancias controladas, el libre consumo de hojas, flores o derivados de las plantas de cannabis, siempre y cuando no se haga de manera pública, además de que la venta de la marihuana sólo se pueda realizar con autorización previa del Estado.