Cada año sorprende el auge que va tomando la carrera pedestre Puerto Plata Korre 10k. Con una organización apegada a estándares internacionales para este tipo de eventos, la carrera se ha convertido en una fiesta dedicada a la salud tanto física como mental de sus participantes.
La carrera misma, el evento en sí, trasciende a sus mismos organizadores y a sus protagonistas que son los atletas. ¿En qué sentido? Pues toca a sus familias, que ven en el deportista un hombre nuevo haciendo alarde de nuevos hábitos de comportamiento y rutinas. Toca, además, el entorno, porque la conducta de ese ciudadano transformado, ayudado por la práctica deportiva, genera una dinámica de cambios de las gentes que le rodean. El cambio drástico en su modo de vida sin dudas repercute.
Mientras el corredor entrena, se divierte, tiende a reducir el alcohol, a comer sano, a pensar sano. El atleta solo piensa en deporte, salud, entrenamiento. Desde el punto de vista psicológico olvida sus problemas o los diluye. Un competidor al que le había fallecido su madre dijo que cuando le llegaban esas depresiones intensas, se ponía sus tenis y salía a correr. Regresaba fresco, distendido, con una sensación interna de estar haciendo lo bien hecho. El dolor mismo de la pérdida se disolvía por momentos. Esa fue su terapia.
Los beneficios del deporte son casi inconmensurables. Nos muestra el lado claro y oscuro de la vida. Nos enseña a convivir con el ganar-perder. En cada entrenamiento se puede disfrutar del dulce sabor de la victoria o el oscuro pozo de la derrota. Ese constante subir y bajar, se refleja en la vida misma, generando un ser humano más acabado, mucho más maduro y carente de preocupaciones.
El afán por mejorar, por llegar más rápido, por destruir el propio record, hacen del atleta una persona centrada, simétrica, eso también se refleja en su diario vivir.
Sin duda alguna, Puerto Plata Korre 10k, está creando un ciudadano nuevo, está alejando la gente de los vicios, está promoviendo el turismo mientras trabaja por y para causas nobles. La provincia de Puerto Plata tiene una deuda con la organización de ese evento; el país tiene una deuda.
Felicitamos a los puertoplateños que hacen posible la carrera, por brindarnos una actividad de tanta trascendencia para la actual y futura generación de ciudadanos.