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La provincia de Puerto Plata podría alcanzar mayores logros y potencializar la explotación de sus grandes recursos naturales que todavía son sub-utilizados y no esperar, que inversionistas forasteros nos traigan las fórmulas de como nosotros podríamos desarrollarnos, todo esto, por la ausencia, poca visión y la carencia de creatividad, tanto de nuestras autoridades así como de los empresarios de nuestra zona.
No me cansaré de repetir, que nuestro Malecón, recortado en su amplitud porque le fue reducido su pasamano en donde la gente se sentaba, siempre ha sido el mejor desahogo de los puertoplateños, reúne todas condiciones para ser convertido en el mejor Balneario del Caribe extendiéndolo hasta la Playa de Marapicá y no solo eso, el Malecón tiene en su extensión, parte para la construcción de canchas, miradores y hasta pequeños restaurantes en donde el público pueda encontrar un sano esparcimiento.
No sé si las vacaciones forzosas del Coronavirus, me pusieron a pensar en grande, pero a esta línea de pensamiento, le agrego al gigante de La Puntilla, me refiero al Anfiteatro, pienso que debe ser democratizado, convertirlo en un verdadero centro de espectáculos de permanente actividad, sobre todo en un lugar donde los miles de turistas que nos visiten semanalmente encuentren una sana diversión, que los concentre en ese lugar y nuestros artistas y artesanos encuentren la suficiente razón para su existencia.
Nuestras autoridades o a quienes les competa, deben buscar la asesoría de nuestros arquitectos o ingenieros, para adecuar el Anfiteatro, techándolo con una especie de ambientación arquitectónica que mantenga los rasgos victorianos que son propios de nuestra región.
Cuando hablo de techado, es porque convertido nuestro Anfiteatro en un centro de actividades culturales y artísticas, dejaría de ser esa mole gigante de presentaciones esporádicas y pasaría a convertirse en un verdadero centro en donde los visitantes extranjeros y nacionales, encontrarían las manifestaciones folclóricas representativas de nuestra región
No es mucho aspirar, pero como puertoplateño, debo también aportar estas ideas, que si no son quimeras, algún día las autoridades gubernamentales, municipales o alguien las tomará en cuenta y convertirá en realidad unos lugares que pueden convertirse en modo de sustentación económica de miles de compueblanos. A ver quién se atreve?.