República Dominicana anda muy mal con los empleos

Ultima Actualización: jueves, 29 de octubre de 2009. Por: Artículo Invitado

Las cifras que se dieron a conocer en el “Foro de Desarrollo Local y Empleo” recientemente celebrado con el auspicio de la secretaría de Trabajo.

FEDOMU y el Observatorio del Mercado Laboral Dominicano (OMLAD), han venido a confirmar la terrible situación del empleo en República Dominicana, tal como hemos venido diciendo desde hace ya más de dos años:

 

• De una población económicamente activa de 4.3 millones de personas, 1.6 millones empleos fueron creados por empresarios privados, es decir, un 37%.

 

• El gobierno (no está claro si incluye los gobiernos municipales) tendría  417,000 personas empleadas, es decir, 9.7%.

 

• Desde el año 2000 hasta el 2008 (octubre), hará justo un año, en la economía dominicana fueron creados 545,000 empleos formales, de los cuales, 160,000 por los empresarios privados y el gobierno, equivalentes al 29%.

 

• El resto, 385,000 empleos, el 71%, son informales.

 

Las conclusiones no hay que buscarlas, saltan a la vista:

 

1-No hay una política para la creación y protección empleos desde el gobierno. Si la hubiere, no funciona, pues los empresarios no están creando empleos. Menos de 29% de los que se crearon en los ultimos 8 años, pues los 160 mil incluyen aquellos creados por el gobierno.

 

2- No hay una política de creación de empleos, pues a falta de ella, en lugar de empleos formales, la propia gente (desempleados, inactivos) han tenido que crearse el suyo montando un pequeñito negocio. 71% de los empleos que se crearon son informales.

 

3- Ni por iniciativa gubernamental, privada o informal, se crearon suficientes empleos.  Al decir del secretario de Trabajo, cada año hay que crear 100 mil empleos para no empeorar el desempleo.  Entre formales e informales debieron crearse 800 mil empleos y sólo se crearon 545 mil empleos.

 

4- El modelo económico vigente está creando mayoritariamente empleos de muy mala calidad (71% versus 29%) como son los empleos informales, sin protección social e inestables.

 

Sobre todo lo anterior y con mucha razón, “el presidente del CONEP dijo que no hay crecimiento sostenible de la economía ni desarrollo real de la sociedad, cuando el crecimiento se genera a partir de una serie de indicadores que no reflejan lo que pasa con la producción real. Se preguntó cómo es posible que una economía tienda a crecer con tasas de desempleo de 15%, y que en la actualidad, se acercan al 20%.” (Recogido por José Javier, Diario Libre).

 

La propensión del modelo económico es crear pocos y malos empleos informales, aunque los formales dejan mucho que desear (y aquí cito a Esteban Delgado, Listín Diario): 61% de los trabajadores formales ganan menos de 11,000 pesos y el 75% gana menos de 16,000 pesos, cuando la canasta básica familiar cuesta por encima de 20,000 pesos mensuales.

 

¿Cómo pretenden los empresarios dominicanos prosperar cuando quienes están supuestos a comprarles sus bienes y servicios, los dominicanos y dominicanas tienen malos y vulnerables empleos y tan baja remuneración?

 

Mucha razón tiene el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo cuando dice que corresponde al gobierno nacional energizar la creación de empleos a través del gasto público, aún fuere acudiendo al endeudamiento, como es imperativo ahora que han caído las recaudaciones por la recesión de la economía, pues los empresarios no están en capacidad de crear esos cientos de miles de empleos que se necesitan, pero tampoco liderar la recuperación de la economía.

 

Ahora, sí habría que decirle al secretario Montás, que no lo están los empresarios, ni lo han estado, porque van y vienen gobiernos que mantienen un modelo económico agotado y exhausto.

 

Y una última también: aumentar el gasto público no puede significar la construcción pura y simplemente de obras públicas (que emplean entre 8 y 9 haitianos por cada 10 empleos o grandes maquinarias) sino y sobre todo abordar con las comunidades y los municipios el déficit de protección social de los ciudadanos y ciudadanas.