Los dominicanos somos una mezcla de razas taina, española y africana que han dado origen a un conglomerado de personas que habitamos en una media isla, en la que históricamente se han sumado otras naciones para complementar lo que hoy somos en color de piel, idioma, cultura y costumbres.

El resultado de la mezcla de nuestros ascendentes ha generado que conservemos algunas culturas y costumbres de otras naciones como la alegría y el entusiasmo por la vida.

Ciertamente somos una nación conformada por hombres y mujeres alegres, espontáneos, risueños, solidarios, que en los últimos treinta años han mejorado aspectos fundamentales de crecimiento macroeconómicos e individuales. Nuestra nación ha sido situada entre las mejores economías latinoamericanas es innegable el hecho, las estadísticas están ahí.

Ahora también tenemos un   parque vehicular en aumento como también los avances en turismo, rompiendo récords de visitas a los distintos destinos turísticos del país y el repunte del turismo de cruceros.

Lamentable decir que también estamos bien posicionados y el país lidera las estadísticas en accidentes de tránsitos, embarazos en adolescentes. Aspectos estrechamente relacionados con la educación en sus distintas vertientes.

Somos una nación que cada 4 años escoge sus autoridades municipales, legislativas y presidenciales. Y en cada oportunidad se siembran esperanzas de mejoras, en la educación en la seguridad ciudadana, en la salud, en los precios de los alimentos en fin… La de nunca acabar, pasa el tiempo y es hora de que la gente sepa que los pobres son mas y por tanto deberían ser oídos y resueltos sus problemas institucionalmente. Pero no, los pobres no saben el poder real que tienen y la mayoría se queda en el jolgorio y la alegría momentánea de lo pasajero.