LOS BEBÉS DISTINGUEN AL ENEMIGO
22 de noviembre del 2007
Son muy lindos y en los primeros
meses de vida los bebés difícilmente pueden imitar o
emitir sonidos.

Los bebés pudieron identificar a las marionetas cuya
conducta era mala.
Y sin embargo,
los pequeños ya tienen la capacidad de evaluar las
intenciones de la gente que los rodea y reconocer a
amigos y enemigos.
Según una nueva
investigación en Estados Unidos, los bebés pueden juzgar
la maldad y bondad de los otros antes de cumplir un año.
Y pueden hacerlo
aun cuando los eventos que observan no los afecten
directamente.
Según los
autores, que publican la investigación en la revista
Nature, esta "inteligencia social" es el fundamento de
las creencias y acciones éticas más tarde en la vida.
Tal como dijo a
BBC Ciencia Carolina Micha, psicóloga argentina,
especialista en primera infancia y directora de la
empresa de materiales didácticos "Primeros pasos", los
resultados de este estudio "son sorprendentes".
"Demuestran que
la empatía, el acercarse a una persona que hace el bien,
es una capacidad innata del ser humano", afirma.
Marionetas "malvadas"
Los
investigadores de la Universidad de Yale, en Connecticut,
mostraron a un grupo de bebés de 6 y 10 meses una
marioneta de madera que tenía ojos enormes, a quien
llamaron "El alpinista".
La marioneta
intentó varias veces, en vano, escalar una pendiente
pronunciada.

Todos los bebés prefirieron a la marioneta buena.
Posteriormente
apareció otra marioneta, "La buena samaritana", en forma
de triángulo, quien le ayudó a la alpinista a escalar la
cumbre.
Pero también
apareció una marioneta mala, en forma de cuadrado, que
empujó a la alpinista hacia abajo.
Al final de la
presentación, los investigadores estimularon a los bebés
a que eligieran alguna de las marionetas, la triangular
o la cuadrada, para analizar su respuesta.
Todos los 12
bebés de 6 meses -dicen los autores- eligieron a la
buena samaritana, la marioneta triangular.
Y lo mismo
hicieron 14 de los 16 bebés de 10 meses de edad.
Para confirmar
la evaluación los científicos mostraron a los bebés un
segundo "espectáculo".
En éste se
revirtió el escenario, con la alpinista tratando bajar
la cuesta, para descartar la posibilidad de que los
bebés estuvieran meramente respondiendo a la dirección
del movimiento de las marionetas.
En un tercer
experimento, ambos grupos de bebés eligieron una
marioneta "neutral", que nunca hizo nada para ayudar, en
lugar de la marioneta mala.
Y cuando se les
dio a elegir entre la neutral y la samaritana, todos
prefirieron a la samaritana.
Orgullo paterno
Esto es algo que
tiene que ver con las conductas futuras del ser humano,
de relacionarse positivamente con la gente, de ayudar y
tener empatía con su entorno
Carolina Micha, Psicóloga
infantil
Se sabe que los
bebés son muy sensibles ante la conducta de la gente,
pero según los investigadores, nunca anticiparon el
grado de esta respuesta.
"Está claro que
los bebés se sienten atraídos a conductas afectivas
buenas de la gente y ha habido estudios sobre los
efectos de la falta de afecto en los bebés", dice
Carolina Micha.
"Pero este
estudio demuestra que más allá de que los bebés se
vieran afectados, fueron capaces de percibir la conducta
positiva en un tercero", agrega.
A menudo
escuchamos a los padres diciendo con orgullo que sus
bebés tienen diferentes reacciones ante distintos tipos
de personas.
Pero esto, como
señalan los psicólogos, siempre ha sido algo anecdótico
y hasta ahora no se había logrado confirmar en un
estudio.

La "inteligencia social" es una capacidad innata del ser
humano.
Según los
científicos, el hecho de que los bebés puedan llevar a
cabo esta evaluación social en una etapa tan temprana de
la vida sugiere que la capacidad de distinguir entre
buenos y malos es algo innato.
"Creíamos que
esta empatía era algo que se aprende -dice Carolina
Micha- pero es claro que se hereda".
"Y es algo que
tiene que ver con las conductas futuras del ser humano y
de relacionarse positivamente con la gente, de ayudar y
tener empatía con su entorno", agrega la psicóloga.
Los
investigadores planean ahora estudiar cómo se desarrolla
este entendimiento en los infantes.
Y su siguiente
experimento explorará si los bebés prefieren interactuar
con quienes castigan a los malos o quienes los
recompensan.