MIGUEL TEJADA: HIJO ADOPTIVO DE SANTIAGO

SANTIAGO.-

 El torpedero banilejo Miguel Tejada, una de las más rutilantes estrellas dominicanas en las Grandes Ligas, ha sido declarado por la Sala Capitular como “Hijo Adoptivo de Santiago”, reconocimiento que se le entregará en el primer partido de la Serie del Caribe, el 2 de febrero.

Los concejales de todos los partidos representados en la Sala, 40 en total,  obviaron en la más reciente sesión sus diferencias políticas  y votaron a unanimidad por la propuesta del regidor Papito Cruz, del PRSC.

 Se tomó en consideración  que Miguel Tejada, llamado también “El pelotero de la patria”, ha militado por 12 años consecutivo con el equipo representativo de Santiago y el Cibao, las Águilas Cibaeñas.

Durante este tiempo ha puesto “su granito de arena” para que Las Águilas consiguieran siete campeonatos y cinco Serie del Caribe, faltando apenas en dos ocasiones a la gran final del béisbol invernal dominicano.

También se valoró el hecho de que Tejada continuará con su actitud de jugar pelota dominicana a pesar de haber obtenido el premio como "Jugador Más Valioso de las Grandes Ligas en el 2002" y pese a que firmó un contrato por 72 millones de dólares con los Orioles del Baltimore en el 2003.

 Los regidores, sin importar preferencias en la pelota criolla y en la política, decidieron reconocer como “Hijo Adoptivo del Municipio de Santiago” a Tejada por sus méritos acumulados, virtudes y cualidades exhibidas dentro y fuera del terreno de juego.

La entrega del pergamino con esta distinción, que respalda el síndico José Enrique Sued, se llevará a cabo con la presencia del ejecutivo y demás ediles en el juego inaugural de la Serie del Caribe, en el Estadio Cibao, se adelantó.

Tejada ha sido uno de los profesionales de la pelota dominicana que más muestras de solidaridad, de desprendimiento y de calidad humana ha dado a todo lo largo de muchos años.

Se destaca de él su pasión por Las Águilas, por el béisbol dominicano, el “Don de gente” que le acompaña, su sencillez y su disposición a colaborar con las causas nobles del pueblo. De ahí que con muy sobrada razón se le haya dado el calificativo de “pelotero de la patria”.