Entrevista con Tomas Young,
exsoldado de EE.UU
"Me dieron Prozac y me mandaron a Iraq"
Noelia Sastre
Una bala lo dejó paralizado del pecho hacia
abajo en su primera misión, a los cinco días de llegar a Iraq.
Tres años después, Tomas Young recorre Estados Unidos pidiendo
el regreso de los soldados y cuenta su historia en el documental
Body of War (cuerpo de guerra), que se estrenó en el Festival de
Cine de Toronto. "Bin Laden le dará las gracias a Bush por
debilitar la seguridad nacional. Con 160 000 soldados en Iraq,
somos un blanco más fácil que nunca", dice este veterano de
guerra condenado a vivir en una silla de ruedas desde los 24
años. Su hermano vuelve a Iraq en dos semanas.
El joven Tomas Young tendrá que permanecer
en una silla de ruedas por el resto de sus días.
—Se alistó en el Ejército dos días después
de los ataques del 11-9. ¿Qué pensó en aquel momento?
Vi a Bush dando su discurso sobre los
escombros de las torres y me creí aquella gran mentira de ir a
por quienes lo habían hecho y traerlos ante la justicia.
—Cayó herido a los cinco días de llegar a
Iraq. ¿Cómo se digiere una cosa así?
En cuanto sentí la bala supe que no podría
volver a caminar, así que no derramé muchas lágrimas cuando el
médico me lo confirmó. Al principio me centré en averiguar cómo
iba a ser el resto de mi vida.
—¿Y cómo es esta nueva vida?
A veces siento que habría sido mejor volver
en un ataúd. Pero como estoy vivo, intento cambiar las cosas
para que mi vida y la de los demás veteranos mejore. De salud
estoy mal. Los espasmos siempre están ahí, haciendo temblar mi
cuerpo. Yo creía que los inválidos no sienten nada, pero ahora
sé que no pueden sentir nada bueno. El apoyo de mi madre ha sido
increíble. Mi matrimonio no funcionó, pero ella estaba ahí para
recoger los pedazos.
—La suya es una historia muy conmovedora. Y
muy valiente, porque en el documental habla hasta de sus
problemas sexuales. ¿Por qué decidió contarla?
Había 19 terroristas en los atentados del
11-9. Los pilotos eran de Libia, Egipto y Paquistán. Los demás
procedían del país preferido de Bush: Arabia Saudíta. Yo me
alisté para encontrar a los responsables, pero empecé a tener
dudas. Es curioso, firmas un contrato que no puedes romper, pero
el Ejército puede extenderlo si lo considera necesario, así que
no podía irme y le pedí al doctor que me recetara algún
medicamento para ayudarme con la depresión. Para eso tuve que
ver antes al capellán, que me dijo: "Te sentirás mejor cuando
empieces a matar iraquíes". Así que me dieron Prozac y me
mandaron a Iraq. Unos días después de caer herido, vi en la
televisión cómo la Cámara de Representantes discutía la
aprobación de 82 000 millones de dólares más para la guerra. Una
demócrata de Colorado pidió que 2 000 millones fueran a los
hospitales de los veteranos, donde las condiciones son
deplorables, pero todos los republicanos excepto uno votaron en
contra. Eso me enfureció. Me uní a los Veteranos de Iraq contra
la Guerra, empecé a manifestarme y eso me ayudó más que ninguna
otra cosa.
—¿Cuál es su mensaje en Body of War?
Espero que quienes vean el documental
aprendan que los soldados se alistan sabiendo que pueden morir,
pero nadie está preparado para volver a casa y enfrentarse a una
vida llena de nuevas luchas.
—Su hermano vuelve a Iraq por segunda vez
dentro de dos semanas.
Así es. La primera vez yo estaba en el
hospital y él buscaba una especie de venganza. Pero después de
lo que ha visto, tiene dudas. Yo me siento orgulloso de él
porque aunque no cree en lo que hace, debe cumplir con su
obligación y con el contrato.
—¿Cuándo cree que regresarán las tropas?
Según los planes de Bush, el próximo
presidente seguirá teniendo tropas allí. Va a llevar mucho
tiempo. A Bush no le importa lo que piensan de él ahora, sino en
el futuro. Cree que lo verán como uno de nuestros grandes
presidentes. Pero él no ha ido a ninguna guerra.
—De los 100 senadores, 77 votaron a favor
de la guerra. ¿Por qué repitieron el error de Vietnam?
Por desgracia, solo 23 senadores creyeron
en el poder que les otorga la Constitución. El resto permitió
con su voto que Bush declarara la guerra. Al principio, muchos
demócratas compararon Iraq con Vietnam, pero los republicanos
dijeron que era una locura. Y ahora Bush dice que nuestro
fracaso en Vietnam fue por no quedarnos más tiempo. ¿Es que 12
años y 58 000 soldados muertos no fueron suficientes? Nos ha
engañado y ahora tenemos que seguir allí para honrar la memoria
de los caídos, pero mientras tanto las muertes siguen. Ya van
más de 3 000 soldados norteamericanos y 644 000 iraquíes.
—¿Volvería a alistarse si ocurriera un
segundo 11-9?
Esperaría. Si sabemos quién nos ha atacado
y el presidente envía tropas detrás de los auténticos
responsables, me alistaría sin dudarlo. Pero si nos manda a un
país que no tiene nada que ver con el atentado, entonces me
uniría a la lucha en contra de esa guerra.
(Tomado de El Periódico)
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