AGUA LIMPIA, AGUA LIBERADORA  

24 de marzo de 20008

1,100 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable, informa Naciones Unidas. Esto afecta particularmente a las y los niños que mueren víctimas de diarrea. Cada 20 segundos muere un niño o una niña en el planeta por “condiciones abismales de saneamiento.”

El 2008 ha sido declarado Año Internacional de Saneamiento por Naciones Unidas para llamar la atención sobre esta calamidad pública y motivar esfuerzos gubernamentales para mejorar esta situación.

Hoy es el Día Internacional del Agua.

“Cada dólar invertido en agua y saneamiento rinde un estimado de siete dólares de valor de la actividad productiva”, asegura la ONU en su afán por sensibilizar gobiernos y grupos empresariales de los beneficios de invertir en reducción de pobreza, confirmando -de paso- el poco efecto persuasivo que ha tenido la proclamación del acceso a agua limpia como derecho humano básico.

República Dominicana dispone por habitante del doble de agua que los Estados Unidos. Aún así, barrios enteros en la capital, en la provincia Santo Domingo, Santiago, pueblos como el de Baní, en la provincia Peravia, no tienen agua, hace años que no la tienen o nunca la han tenido.

Circula usted por las carreteras del Sur y verá en el frente de las casas tanques de 55 galones, a la espera de un camión que los llene de agua, agua mala, pero agua al fin. Gente pobre, muy pobre, que tiene que desprenderse del poquito dinero que reúne para comprarla y administrarla lo mejor que pueda.

Camina usted por campos y ciudades y encontrará mujeres y niñas cargando agua en latas y bateas para cocinar y lavar. Opresión, esclavitud que les roba horas, tiempo que ellas bien pudieran estar empleando en estudiar, laborar en una empresa u oficina o simplemente en divertirse o descansar.

Construir acueductos, acometidas públicas o privadas, mejorar la calidad del agua es mas que propósito sanitario urgente. Devuelve a ellos, niños pobres, la esperanza de vida y, a ellas, el tiempo que la pobreza les arrebata.      

 Fuente: perspectivaciudadana.com