COMENTARIO DE UN CAMINANTE

(Parte 2)

Por: Bodiemme S. Bordas Fonfria

Sábado 13  Junio  de 2009

Todo se ha hecho, todo se ha dicho, y todo se ha escrito. Nada ha quedado encubierto a través de los siglos. Está en nosotros descubrir la verdad con las enseñanzas dejadas por los maestros y profetas. Pero para descubrir la verdad, primero hemos de buscarla en nuestro interior porque ahí yace; y después todo vendrá por añadidura.

En un instante se puede cambiar una vida, un destino, y la historia; ya sea para bien o mal.

Lo mejor es tratar de vivir concentrado en el instante, de instante en instante, auto-observándonos para estar consciente de nuestros pensamientos, ideas, sentimientos, etc.

De esta forma nos daremos cuenta que en cada uno de nosotros viven muchos; a los  que les podríamos llamar comité. Tenemos muchos agregados que tienen empañado a nuestro verdadero "Yo" espiritual. Observemos a las personas y a nuestro entorno. Tal vez veamos cosas que antes pasaban desapercibidas. El ayer no existe y ha pasado ya.  El mañana es incierto y solo Dios sabe lo que viene.  Lo que importa es el ahora. 

Es un hecho que podemos mediante la oración, meditación, ayuno y  buenas obras eliminar a nuestros yo es negativos y los malos hábitos; abriendo paso a que sea Dios quien nuestras vidas a través de nuestro "Yo" supremo. Seriamos perfectamente un instrumento a su servicio; y cada hombre realizaría su propósito divino en esta tierra. Pero no, a nosotros nos gusta vivir conforme a los antojos de nuestro ego, y a lo que las circunstancias externas de esta aparente realidad nos dicten.  Por eso atravesamos la vida sin una meta constante de realización; y cambiamos constantemente de opinión y visión; según lo que creemos es mejor en el momento; actuando como una sociedad de robot-sitos detrás de toda cosa vana.

Pero la vida pasa muy rápido y es muy fácil el morir, y nos preguntamos porque hemos perdido el tiempo y nos desgastamos en todo aspecto físico, mental y espiritual; tal vez solo consiguiendo logros materiales y de reconocimiento que de nada nos servirán cuando pasemos al otro lado.

Créanme que la mejor adquisición material en la cual usted pueda invertir es en un pedacito en el Cementerio Municipal, porque eso es todo lo que va necesitar en el futuro. (No se va a poder llevar los reconocimientos, negocios, dinero, autos, casas, fincas, ni el carguito tampoco.)

No me malinterpreten por favor.  Desde jóvenes comenzamos un proceso de nacer, crecer reproducirse y morir. Es necesario que tengamos una educación fundamental, que trabajemos, que acatemos las leyes, normas, y buenas costumbres en la sociedad que nos encontramos.

No debemos salir huyendo hacia el monte, escondernos, y vivir como ermitaños.

Tenemos que interactuar con los otros seres humanos y tratar que las vidas que toquemos sea para bien. Aunque a veces esto no es posible porque cometemos errores; aun hay que seguir intentando.

Con entrenamiento apropiado, amor y apertura hacia todos, el intento de consecución de iluminación pudiera ser practicado por las masas; resultando en una sociedad inequívocamente mas educada, espiritual, y consciente. No es necesario ir a una escuela yoguita ni  iglesia que le pidan grandes cantidades de dinero. (No me refiero al diezmo.)  Podemos aprender hasta de gratis buscando a los que son lideres espirituales y profetas que practican el amor y la no violencia, y hacen buenas obras sin mucha fanfarria; y no "venden" sus principios ni enseñanzas al prójimo, sino que dan por gracia lo que por gracia han recibido.

Tomemos por ejemplo a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, quien siendo Dios encarno como hijo de un carpintero humilde; y Jesús por muchos años vivió del fruto de su trabajo como carpintero ayudando en el taller de su padre. Todo esto antes de formar su Ministerio que cambiaria la historia del mundo. Viajando a todas partes con sus discípulos predicando y sanando a las masas; a veces andando con los enfermos, los borrachones, ladrones, prostitutas, criminales, políticos corruptos, ricos, pobres y todo los  que constituyen la mayoría de nosotros. Pero los sano y les dio la verdad y vida eterna. Anduvo todo el Medio Oriente, y  muchos dicen que hay pruebas de que Jesús hasta estuvo en la India, China, Egipto, y África.

El mas grande revolucionario de todos los tiempos sano a multitudes, predico la verdad, y comento sobre asuntos sociales y de política. Enfrentó y avergonzó a los hipócritas de la época y puso a temblar al Imperio Romano. Haciendo muchos milagros en muchos lugares; es triste que en su ciudad natal no hizo muchos milagros porque lo veían como un simple carpintero, y no como Dios.  No tenían fe en el. Por eso Cristo dijo que nadie es  profeta en su propio pueblo. Fue crucificado por el pueblo judío, aquellos a quienes vino a salvar, pero resucito al tercer día como estaba profetizado, y "para que  todo aquel que en El cree; no se pierda y tenga vida eterna".  (Juan 3:16)

Les digo que toda obra buena trae sus frutos; y así vencemos lo malo con lo bueno. Nunca es tarde. Todos tenemos derecho a otra oportunidad y redimirnos. De ahí  viene el perdonar "70 veces siete". No solamente perdonarse los unos a los otros; sino también uno perdonarse a uno mismo. Todos hemos  caído mil veces por las debilidades; pero hay esperanza de  llegar a ver la luz al final del túnel, y que la carne quede vencida. La noche da paso al día. Para ver la luz hay que atravesar  la oscuridad. Para ver los colores, atravesar  lo negro. 

El Apóstol Pablo dijo: "a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien".  (Romanos8:28)

Amigo lector, si usted ha fracasado mucho en su vida en cualquier aspecto, no se preocupe, todo es aprendizaje. Vuelva a montarse sobre el caballo y persista hasta que triunfe.

El que no ha fracasado nunca; es porque nunca ha intentado hacer nada.

Tratemos de mejorarnos a nosotros mismos, y así cambiar para bien a nuestra sociedad.

Recuerden que el cambio es un  proceso; y no es como por arte de magia.

Que la paz que sobrepasa todo entendimiento este con ustedes hasta que sobre-abunde!

bordasfonfria@gmail.com