Opinión

 

CON DIOS Y SU CONTRARIO

Por: Igor Rodríguez
Martes 21 de Abril de 2009

El pasado fin de semana se celebró la V cumbre de Las Américas en Puerto España,  Trinidad. Allí se reunieron 34 presidentes de la región, incluyendo al presidente Barack Obama, lógicamente el centro de atención, por ser los EEUU el país que rige la suerte del mundo y el vecino mas influyente de todos los presentes.

Como siempre el presidente Leonel Fernández haciendo uso de sus mejores dotes tomó turno el día sábado, dirigiéndose a lo presentes con singular facilidad y fluidez, la que le caracteriza cuando de comunicación se trata, pero revisemos lo que solicitó el presidente ante esta importante cumbre a los EEUU y su nuevo presidente. Entre los pedimentos hechos fue aplazar el pago de la deuda a los países de América Latina, argumentando que estos están provocando que no se puedan cumplir con los programas de salud, educación y fortalecer los programas contra la pobreza, además solicitó ayuda para recapitalizar los organismos regionales de financiamiento para que las economías emergentes puedan acceder a los fondos para desarrollar los programas que mejoren la vida de las personas en los países latinoamericanos. Se sumó al pedido del levantamiento definitivo contra Cuba, petición hecha, además, por otros presidentes que mantienen hace un tiempo un bloque llamado Alternativa Bolivariana para América Latina (ALBA) impulsado por Cuba y Venezuela, en contraposición al bloque liderado por los norteamericanos llamado Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), la Republica Dominicana aparece en la lista de ambos organismos.

Cuando escuchaba el discurso llegué a sentir que no hablaba el presidente de un país que acaba de inaugurar una obra que le costó al país mas de 40 mil millones de pesos, un Metro del cual no existen pruebas de que se agotaron todos los pasos necesarios para asegurar la transparencia financiera ni factibilidad del proyecto, además de ser una obra que no corresponde con las prioridades y precariedades de la gente. Parecería que no hablaba el presidente de un gobierno que le descubrieron una maniobra fraudulenta, violadora en todas sus vertientes de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de las leyes dominicanas, el escándalo Sun Land, un compromiso económico multimillonario de 19 pagarés y $130 millones de dólares que hizo una persona a nombre del Estado Dominicano con una empresa privada únicamente con su firma, sin haberlo revisado el congreso nacional como lo establece la ley y que, para colmo de males, son suspendidos los pagos en una muestra de que no existen garantías ni respeto de quienes deben imponerlo. Esos pedidos no los hizo un presidente que toma financiamiento para todo,  hasta para pagar salarios a los funcionarios de su gobierno en una interminable nómina abultada solo para complacer los favores políticos hechos en una dañina reelección presidencial que le costó a los dominicanos mas de 15 mil millones de pesos el año pasado, dejando al país en una delicada situación económica, la cual sumada a la crisis mundial, tuvo el presidente Fernández el tupé de disfrazarla con la triste afirmación de que ‘tenemos una economía blindada’.

No pudo haber mayores muestras de falta de sinceridad y enfoque en estos pedidos. Siendo franco y directo, más bien lo que le ha pasado a los países como el nuestro es que han mal utilizado los recursos que administran. Los presidentes latinoamericanos han sido violadores de las leyes, corruptos y faraónicos, además de pésimos administradores de los bienes del estado que representan. Han usado el poder para beneficiarse en lo personal y ayudar a sus funcionarios preferidos a tomar lo que le corresponde al pueblo.

Este país no tiene calidad moral para pedir que se den plazos a los pagos de las deudas debido a que se toman el dinero para desaparecerlo en cosas  que nadie conoce, y si lo invierten, lo hacen en obras que no corresponden a las necesidades reales del pueblo en vez de invertirlo en las áreas mas vulnerables como son la educación, salud y seguridad pública a través de una verdadera guerra contra las drogas y la creación de empleos. Pedir que abran mayores posibilidades de financiación a los países puede conducirnos a un caos porque tomaran prestado para ahogar aun mas la economía, quedando comprometida las generaciones futuras. Peor aún si son los jefes de Estados los promotores de que se violen los acuerdos y los organismos que facilitan los créditos, con la peligrosa complicidad de los administradores de la justicia y sectores de poder que sólo miran su intereses particulares de esas desvergüenzas.   

Para colmo aparecemos en varias listas de bloques de países con vocación contraria a los intereses de los EEUU, justo a quienes les estamos pidiendo concesiones. Si bien es cierto que somos parte del ALCA, pero también participamos en el ALBA impulsada por Venezuela y Cuba, pertenecemos a todos los organismos internacionales, mas bien concentrados en aquellos en los que nos puedan facilitar recursos y no en los que nos podamos volver mas competitivos para hacernos mas eficientes y colocar nuestros bienes en esos países con los que firmamos acuerdos comerciales bilaterales.  Como país, nuestra meta y objetivo diplomático y comercial no esta definido, somos parte de todo y nada, porque no acabamos de recoger los beneficios de los acuerdos, solo buscamos financiamientos para luego no pagarlos, incumpliendo con todo,  somos de la derecha e izquierda, estamos aquí y allá, hasta con Dios y su contario.

 

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