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        DUARTE: ¿el Utópico o el Modelo Ideal de Ciudadano 
        Dominicano?
         Por: Derissé De León
         Para hablar de Duarte hay que fijarnos muy bien en 
        nuestro alrededor, en nuestro sistema de vida como nación y todo lo que 
        ello encierra, hay que hacer esa analogía entre nuestra situación actual 
        y su persona. Muchos ciudadanos dicen: “Si tan sólo a Duarte lo hubiesen 
        dejado gobernar otro rumbo hubiese tomado el país”, en cambio algunos 
        estudiantes de nuestras escuelas se preguntan: “¿Por qué hay que 
        llamarle padre de la patria a Duarte si el sólo fue un pensador y no 
        luchó?, Padres de la patria son Sánchez y Mella que combatieron y usaron 
        las armas” 
        Lo cierto es que hay mucho que decir de ambas 
        concepciones sobre Duarte. En primer lugar hoy la política se ha 
        visualizado y así se ha visto en todos estos años, como el medio más 
        idóneo para hacer dinero, para ascender socialmente y para engañar a los 
        que se enlistan en las filas de los partidos que existen y que no 
        cambian para nada sus propuestas cada vez que uno de sus candidatos 
        aspira al poder.  
        Duarte fue un visionario apartado de sus propios 
        intereses, por eso se materializó su ideal de independencia; de lo 
        contrario, sin La Trinitaria, esa cohesionadora sociedad que alimentó a 
        los seguidores de Duarte y sus ideas, no hubiese sido posible ser libres 
        hoy y hasta libertinos. 
        Esa libertad hoy es relativa ya que somos una 
        sociedad “intervenida”, tal cual recientemente expresó el  actual 
        mandatario de la nación; ya que no somos capaces de trazar políticas 
        para que haya un comercio regular entre Haití y nuestro país y no una 
        gran cantidad de haitianas que paren en nuestros hospitales y por no 
        hacer reformas pertinentes a nuestra Constitución que definan 
        estrictamente el capítulo de la nacionalidad, quiénes son dominicanos o 
        no y bajo cuáles circunstancias, ya esos niños o niñas inocentes de la 
        situación económica de su país y sus condiciones de vida son dominicanos 
        y dominicanas… 
        Somos relativamente “libres” porque nuestros 
        políticos nos han acostumbrados a hacer lo que nos plazca y a ganar 
        dinero a como dé lugar ya que ese es el ejemplo que de ellos recibimos y 
        solemos callarnos y no denunciar las injusticias porque sabemos que 
        durante la campaña habrá “papeletas” en las calles y salamis y pollos, 
        tal cual la costumbre “muñecas y bicicletas en la época de Balaguer. 
        Creo que no somos libres sino libertinos. 
        Duarte, fue aquel hombre que durante su vida supo 
        aprovechar la juventud y viajó para formarse intelectualmente y acatar 
        los modos de vida y políticas de esos países donde estuvo, a eso viene 
        su frase: “Aprovechemos el tiempo”. 
        Pero duele ver y escuchar, en segundo lugar, un 
        grupo de jóvenes uniformados acabando de salir de su escuela diciéndote 
        que Duarte no merece llamarse padre de la patria porque sólo fue un 
        soñador y no luchó, armas en mano como los demás… Ajá!!!  
        Qué bien porque pueden emitir hoy ese juicio pero 
        no son capaces, si en estos momentos somos intervenidos por alguna 
        potencia extranjera, de tomar esas armas y combatir porque están 
        pendientes en el reggeatton, el iPhone, la Internet, el último modelo de 
        auto, la fiesta del sábado…  
        No tienen esa conciencia porque se ausentan de las 
        clases de moral y cívica y da tanta vergüenza que no saben que cuando se 
        entonan las notas del himno nacional hay que quitarse las gorras, parase 
        derechos y posar la mano derecha en el pecho como honor a quienes les 
        dieron esa libertad. 
        Duarte fue el ideólogo, si no hubiese un cerebro 
        que decretara, ideara, reclutara y guiara esa juventud luchadora y de 
        gran fervor patriótico, hoy no seríamos independientes. 
        Aprendamos a ser más gratos, es lo que nos resta 
        como dominicanos. Duarte no fue aquel político que tuvo una campaña de 
        millones, fue un líder que de las precariedades de u época supo hacer 
        ricos a los tantos que pusieron su fuerza y confianza en esos brillantes 
        ideales.  
        No fue un utópico como los jóvenes de hoy le 
        califican fue un grande entre los grandes, fue el modelo ideal de 
        ciudadano dominicano. Lástima que haya muerto pobre, fuera de la patria 
        anhelada y que muchos no le conozcan todavía, que los políticos no lo 
        imiten y que la patria hoy no le agradezca.  
          
		  
		
					
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