Opinión
 

FRACASO POR PARTIDA DOBLE

Por: Ramón Tejeda Read
Jueves 04 de Junio de 2009

 

No hay que ir lejos para darnos cuenta de que el sistema de “capitalización” o de semi-  privatización del servicio de electricidad en que tanto creímos ha sido un fracaso.

Basta echar una mirada a los postes del alumbrado en casi todas las calles para que veamos que continúa la misma maraña de cables de hace diez años; que no se llevaron a cabo las inversiones y la modernización prometidas; que a más de diez años siguen los  apagones; que poco se ha podido hacer con los contratos leoninos que permitieron a esos inversionistas negocios fabulosos y que las empresas a las que se buscó como socias no han hecho otra cosa que servirse con la cuchara grande.

Vuelve a manos del Estado la distribución casi total de la energía eléctrica y ojalá sea para mejor. Al menos por ahora no habrá que negociar en dólares con especuladores.

Pero si bien es cierto que este proceso ha sido un chasco, no menos cierto es que no lo ha sido sólo para el Estado, sino también para los socios privados que buscó, indudablemente dados al “capitalismo de casino” que tiene al garete a la economía mundial.

Cierto, sale perdiendo el pueblo dominicano en nombre del cual negociaron tan mal los gobiernos que manejaron el adefesio privatizador que no debe volver a repetirse jamás. Demasiado ha costado. Muchas fortunas crecieron bárbaramente en dólares y en pesos dentro y fuera del país al amparo del esperpento de la “capitalización”.

Fracasaron los empresarios privados que buscó el gobierno y que, por lo visto, no vinieron a hacer negocios sanos y claros sino a buscar monopolios y ganancia fácil y fracasó de nuevo la versión capitalista vulgarmente neoliberal y fundamentalista que sataniza al Estado como administrador y endiosa la iniciativa privada. Que el fracaso va por partida doble.

Si algo deja ver bien claro el fiasco del sistema de “capitalización” o semi-privatización del sistema eléctrico nacional es la naturaleza golosa de ese tipo de capitalismo que, en este caso, deja fortunas enormes por un lado y apagones insolentes por el otro.

Muchos de los que echan toda la culpa del fracaso sobre el Estado hacen leña del árbol caído buscando arrimar brasa para su sardina, pero está más que demostrado que, si se lleva a cabo como dios manda, la administración estatal puede lograr triunfos tan resonantes como el del SENASA, por ejemplo, o, a propósito de la electricidad, éxitos como el alcanzado por Edesur en la administración del Lic. Rubén Bichara, experiencias que ojalá sean mejor ponderadas y aprovechadas por el gobierno.

 

Publicado con autorización expresa de los autores. www.perspectivaciudadana.com
Su comentario sobre esta opinión
Evite los insultos, palabras soeces, vulgaridades o groseras simplificaciones
Nombre:
Apellido:
Email:
País:
Ciudad:
Mensaje:

 

     

 

Más Opiniones