Opinión

 

LA ÈTICA Y EL BLOQUEO MEDIÀTICO (I)

 

Lic. Ángel Artiles Díaz*
Jueve
s 17 de Julio del 2008

En 1964, Marshall McLuhan, un  inocuo profesor de idiomas canadiense, saltò a la fama cuando publicó un pequeño libro titulado “Understanding Media: The Extensions of  Man” (La Compresión  de los Medios) libro que fue traducido al español por la Editora Diana, Buenos Aires, en 1969.

En este libro de bolsillo,  McLuhan planteó que:  “…está ocurriendo una revolución ante nuestras narices sin darnos cuenta de ella: La revolución de los medios, de la radio, la televisión, la electrónica y la automatización…”

El radio de acción de esa obra sobre la comunicación electrónica fue tan impresionante que en la década de los sesenta se pusieron de moda muchas de las frases y términos acuñados por McLuhan, llegando a llamarse (todavía hoy) al estilo y al desarrollo de las ideas de este autor, como Mcluhanés.

Otras obras publicadas por  McLuhan en esa dècada de los sesenta:  La Novia Mecànica (The Mechanical Bride),  El aula sin muros, investigaciones sobre tècnicas de comunicación (Explorations in Communication), “The Médium is the Massaje” (El medio es el mensaje), ”La Galaxia Gutenberg, gènesis del homo tipographicus” (The Gutenberg Galaxy)  “Guerra y paz en la aldea global” (War and peace in the Global Village) “Contra-Explosiòn” (Counterblast), todas traducidas al español.

En ese conjunto de obras indicadas, este prolífico escritor planteó que la humanidad ingresaba en la  “Nueva era electrónica” y el brillante futuro que le esperaba y, apoyó sus afirmaciones en toda la historia de la humanidad, con sus trastornos sociales y su desarrollo de lenguas, técnicas, inventos, artes y ciencias.

A este respecto, Sydney Finkelstein, autor del libro  “El antihumanismo de Mcluhan”, dice que: “Mcluhan presenta su teoría en una forma muy confusa, con edades y temas muy distantes empujándose unos a otros, como si los hubiera, producido una máquina del tiempo que se hubiera vuelto loca.”

En cambio, el propio Mcluhan, llamó a su estilo de escribir:  “historia mosaico”, vinculándolo así a la tecnología de la televisión. Pues la imagen que se obtiene del tubo de  la televisión,  dijo:  es realmente una rápida sucesión  de puntos que el telespectador ordena activamente en una imagen simultánea, como si se tratase de un mosaico.

Lo que realmente hizo Mcluhan fue abandonar la exposición “lineal” o lógica, que èl consideraba pasada de moda, a favor de una presentación simultánea de los acontecimientos,  que consideraba como una manera nueva de pensar.

Una de las razones puntuales que hicieron atractivo el Libro de Mcluhan es su tema central: La Televisión.

Planteaba Marshall McLuhan, en 1964, que un número cada vez mayor de norteamericanos siente que la televisión, lejos de ser sencillamente otra forma de diversión que pueden tomar o dejar cuando quieran, se ha metido en sus vidas y está afectando sus mentes con la firmeza del hábito de un droga.

Decía que la televisión ha robado los hijos a los padres, configurando sus mentes, sus gustos, su moral y sus conceptos de la vida de los niños de una manera más decisiva que cualquier enseñanza, ejemplo o disciplina paterna.

Mcluhan,  en sus libros no sólo abarca todo el campo de la cultura popular, incluyendo la radio, los anuncios de televisión, los deportes, los comics y los anuncios de periódicos, sino que declara también que este es el arte real.

Todas las artes tradicionales que no se transforman y se adaptan a los nuevos medios, son restos moribundos de un mundo desaparecido, planteaba nuestro personaje.

El tipo de comunicación expresiva en donde “El medio es el mensaje” es la comunicación en la cual, “los comunicadores” evitan la racionalidad, evitan el pensamiento consciente y evitan la conciencia de la realidad.

“El medio es el mensaje” es el tipo de comunicación que suscita una forma distinta de tormenta emocional, que genera un conflicto entre la vida interior y la realidad exterior.

La Víctima (el que recibe el mensaje de los medios) en esta estrategia mediática, parece estar en guerra consigo misma, pues no se da cuenta de cómo le han metido en la cabeza ese pensamiento (esa percepción).

¿Cómo le han metido esa percepción en la cabeza?  Fácil.  Usted (la víctima) padece una realidad socio-económica acogotante, piensa en ella una o dos veces al día, pero, los medios bloqueados le dicen (a usted) que todo está bien cientos de veces al día,  y ahí se genera el conflicto de la realidad y la percepción.

Para Mcluhan,  los medios deben tratar a  sus audiencias como objeto de manipulación, bombardeando incesantemente sus mentes con anuncios comerciales inseparables de su entretenimiento.

Observe el lector que en 1964, Mcluhan,   afirmó que: “Ha cambiado la industria cinematográfica, como se puede apreciar en el número de cines que han cerrado, en la butacas vacías de los que permanecen abiertos, en los elevados precios de la entradas, prohibitivos para la familia…”(en la República Dominicana se cumplió esa profecía y se puede comprobar actualmente, hay pocas salas de cine abiertas y las que quedan, están probando la hiel de la bancarrota).

La teoría de Marshall McLuhan, se basó, en términos generales en ofrecer teorìas sobre el efecto del medio mismo, independientemente de su contenido, bastando que “el comunicador”  se presente como artífice científico cuyo propósito es hacer que los medios funcionen de modo que afecten la mente.

¿Está  la gente preocupada por el bajísimo nivel cultural de la televisión? Se pregunta McLuhan, y agrega: “Sed valientes, esto es una nueva “Implosiòn” ambiental que está transformando a la gente de seres humanos fragmentados en personas completas, polifacéticas, cuyos sentidos trabajan todos al mismo tiempo. NO IMPORTA EL PROGRAMA. Es el medio mismo lo que importa.”

Casi 50 años después de esa afirmación, basta con sintonizar cualquier medio de comunicación para comprobar que  a las masas borrachas de percepción mediática, no les importa el programa, porque están arrodilladas en los altares alienantes de los medios.

¿Qué   la gente está preocupada por la incapacidad de sus hijos para leer? “ALEGRAOS dijo McLuhan, los niños van realmente por delante de vosotros, y están entrando en el nuevo mundo.”

La siguiente cita ubicará a los lectores que no conocieron las teorías de McLuhan, en la decepcionante verdad de que sus dislates son hoy palabra de dios, veamos:

“Los jóvenes que han experimentado una década de televisión  están penetrados naturalmente del impulso hacia el compromiso profundo que hace que todos los objetivos remotos de la cultura habitual parezcan no sólo irreales, sino también insignificantes, y no sólo  insignificantes, sino también anémicos.”(Pàg. 310, El medio es el mensaje).

Duele admitirlo, pero es así. Para la juventud del mundo de hoy, que se ha pasado más de tres cuartos de su vida frente a un aparato de televisión, los objetivos remotos de la cultura habitual, aparecen revestidos de irrealidad, con ribetes de insignicancia y con un cuadro clínico anémico.

“Regocijaos, gritò McLuhan, Todos los grandes adelantos tecnológicos se producen gracias al militarismo y a la guerra. Guerreando contra un país atrasado lo ayudamos a hacer progresos. La guerra no es nunca más que cambio tecnológico acelerado…el militarismo es por sí mismo la ruta principal de la educación tecnológica y de la aceleración para las áreas retrasadas.”

Evidentemente que este es un disparate cruel, pero, es que para McLuhan, el ser humano no necesita conocimiento consciente, ni tampoco necesita pensamiento racional.

Para Mcluhan,  la humanidad no tiene ninguna necesidad de conocimiento ni de estudio, ni de ningún pensamiento racional en absoluto. El conocimiento y el pensamiento racional se agotaron con la era de la imprenta, la que el comentado autor denomina  “La era de Gutenberg” 

Mcluhan,  creìa que los medios modernos electrònicos no tienen que ser objeto de planificación social puesto que son màs poderosos que la sociedad y ellos mismos la reorganizan. Avanzan por sì solos, cambiando alegremente el mundo y a la gente con èl.

Afirmaba que:  “Los cambios elèctricos vinculados a la automatización no tienen nada que ver con las ideologías o los programas sociales…Estos nuevos medios electrònicos no son màs que extensiones de nuestro sistema nervioso central, de suerte que lo que ellos saben lo sabemos nosotros…Estas extensiones de nuestro sistema nervioso central han sido y seràn siempre subliminales, esto es, por debajo del nivel de conciencia…Subliminales han sido los efectos. Subliminales permanecen.

El conocimiento y el pensamiento racional, segùn Mcluhan,  no son necesarios porque la electrònica se encarga de eso, porque no acercamos  a la fase final de las extensiones del hombre: LA SIMULACIÒN TECNOLÒGICA DE LA CONCIENCIA.

Es decir, que al final de las extensiones de nuestro sistema nervioso central, los medios de comunicación electrònicos han  desplazado la conciencia crìtica de los individuos (polìtica, religiosa, moral, etc.) y han construido (y construyen) una  SIMULACIÒN TECNOLÒGICA DE LA CONCIENCIA, que no necesitamos del pensamiento en sus tres formas elementales: Concepto, Juicio y Razonamiento, que basta con la representación sensitiva de imàgenes, sin preocuparnos por la esencia de las cosas

El tema de la Simulación tecnològica de la conciencia,  aparecido en el libro “El medio es el mensaje”, no es original de ese polèmico texto, sino que ya antes en “La Galaxia de Gutenberg” (The Gutenberg Galaxy) ya Marshall Mcluhan, habìa predicado la destrucción causada al ser humano por el pensamiento racional, al hacer de èl un individuo fragmentado.

Otra afirmación de el autor estudiado es que: “…el hombre integral es el hombre intuitivo e irracional…” y que:  “se ha limpiado el escenario de arquetipos o posturas de mente individual, estando listos para los arquetipos del inconsciente colectivo.

En Mcluhan encontramos afirmaciones tan extremistas como la de que: La nueva electrònica elimina la necesidad de la palabra impresa y del libro. Lo cual no es ilusiòn en la actualidad, la forma en que los medios electrònicos han influido en la formación de las nuevas generaciones  humanas, hace que nazca el temor de que ese poder de crear percepción extrasensorial, tenga como siguiente objetivo la eliminación del habla: “Como los medios electrònicos son extensiones del sistema nervioso central, el sistema nervioso central de cada persona se fundirá con el de los demás. El siguiente paso sería no traducir sino saltarse las lenguas a favor de una conciencia cósmica general que no pudiera ser muy bien el inconsciente colectivo soñado por Bergson.” (Pàg. 84, “Understanding Media” 1964).

Marshall Mcluhan, en su libro “Understanding Media”, publicado en 1964, plantea que la historia de la humanidad se describe como una serie de revoluciones tecnológicas, cada una de las cuales motivó presagios parecidos a los de hoy día, y cada una de esas revoluciones implicó una transformación de la vida que llevó inevitablemente al estupendo mundo nuevo representado por LA COMPUTADORA y el tubo de la imagen de la televisión.

Fìjese en lector, que hace 44 años que,  Mcluhan  predijo el carácter imprescindible y determinante de la computadora y de la televisión. Predicción que en el momento histórico en que se produjo, provocó risas y críticas.

Por ejemplo Sydney Finkelstein, dijo, en su libro “El Antihumanismo de Mcluhan”  lo siguiente:

“…Los datos que presenta Mcluhan pueden sacudir a algunos lectores que creen que un catedrático escritor de no-ficción debería prestar alguna atención a averiguar si lo que escribe es cierto o no, y si las cosas ocurrieron de la manera que èl dice. Pero según la teoría de Mcluhan sobre los medios, esos quejumbrones son adictos irremediables a las leyes del medio “Gutenberg” o de la imprenta, con su estructuración lineal de la vida racional.” Pàg. 13.-

Finkelstein, cita un artìculo publicado en 1966, en la revista Televisión, escrito por Ralph Tyler, intitulado “Macluhanism: Is the Medium Getting the Message? En el que se recogen algunas respuestas dadas por Mcluhan a ciertas dudas acerca de sus afirmaciones, que fueron externadas por el Profesor Robert K. Merton, de la Universidad de Columbia:

“Està explorando mis afirmaciones, no la situación. No estoy interesado en mis afirmaciones. No estoy  de acuerdo con ellas. Sólo las utilizó como  pruebas.” (Respuesta de Mcluhan a Merton).

Es decir, a Mcluhan no le interesaban ni estaba de acuerdo con sus afirmaciones, sin embargo decía, que sus afirmaciones eran sus “pruebas” acerca de las áreas más variadas de la historia y del pensamiento.

¿Què pretendía probar Mcluhan?  Simplemente, querìa probar que el lector y el televidente son CRÈDULOS. Es por esa razòn que Sydney Finkelstein, planteó lo siguiente: Mcluhan ha conseguido la hazaña brillante de escribir un libro que eleva las discusiones de la tecnología, la sociología, las artes y la historia, al nivel de un anuncio de televisión.( Pàg. 14, Obra citada)

Todo lo tratado por Mcluhan en sus libros gira en torno a los medios electrónicos modernos, alrededor de los cuales construye un mosaico a todo lo que sea historia de la sociedad y la cultura humanas. Para él todos los cambios históricos no son más que una sucesión de explosiones históricas.

Planteaba que todo medio nuevo crea un ambiente nuevo, asaltando y cambiando asì los sentidos humanos; SENTIDOS ALTERADOS EQUIVALEN A HOMBRE CAMBIADO Y, EL HOMBRE CAMBIADO CONDUCE A EXPLOSIONES HISTÓRICAS.

La mejor prueba de que Mcluhan no respetaba la verdad histórica, lo constituye lo afirmado por él acerca de la invenciòn del “espacio euclidiano”; porque como ya dijimos a èl ni le interesaban ni estaba de acuerdo con sus afirmaciones, por eso afirmaba cualquier tonterìa, confiado en la credulidad de los lectores y de los televidentes.

Acerca la invención del espacio euclidiano, afirmó que éste  fue, en sí mismo, el resultado directo de la acción del alfabeto fonético sobre los sentidos humanos.

Pero todo el que conoce la historia, sabe demás que los fenicios crearon el alfabeto fonético en el año 1000 antes de Cristo, y Euclides vivió hacia el año 300 antes de Cristo, es decir, que Euclides vivió unos 700 años después de la introducción del alfabeto fonético.

Sin embargo, Mcluhan decìa que el simple impacto del alfabeto en sus sentidos debería haber creado la geometría euclidiana para ellos. Porque el alfabeto como medio no sólo provocó una explosión ambiental, sino que cuando el alfabeto  pudo escribirse en los papiros, de ahí surgió el Imperio Romano.

Decìa Mcluhan, que el alfabeto era una cosa escrito en arcilla o en piedra y otra cosa muy distinta cuando se escribió en el papel; ese salto veloz en el espacio creó el Imperio Romano. Es decir, que el Imperio romano no se construyó  sobre el militarismo y las conquistas y la esclavitud, sino sobre una rústica industria de libros de papiro.

Sydney Finkelstein, se pregunta: ¿Por qué los romanos vencieron a los griegos, si éstos últimos tenían alfabeto y papiro, por qué los egipcios no se constituyeron en imperio si tenía alfabeto y papiro mucho tiempo antes que los romanos? De hecho fueron los egipcios quienes inventaron el papiro.

Pero a Mcluhan esos dislates no le importaban, porque (entèrese el lector) que nuestro personaje afirmó que el Imperio Romano se destruyó porque los mahometanos cortaron el abastecimiento de papiro a través de mar mediterráneo.

No fue el hundimiento interno de la economía esclavista de Roma, ni la invasión de las tribus germánicas (alemanas) que se negaron a ser esclavizadas o explotadas, la corrupción, las orgías, lo que  destruyó el poder de los romanos, sino Mahoma, quien logró esa hazaña  cien años antes de que naciera el Imperio Romano.

Porque hacemos la anterior afirmación, porque el Imperio Romano se destruyó en el siglo V después de Cristo y Mahoma nació el año 570 después de Cristo y, todo lo que la historia registra como Imperio Musulmán, aparece un siglo después de Mahoma.

Basta una sola pregunta para destruir esta parte de las afirmaciones de Mcluhan: ¿Cuántas personas sabían leer en esa época en que se produjeron los acontecimientos que Mcluhan retuerce tan descarnadamente.

 **Prof. Titular de la Carrera de Derecho, Universidad UTESA, Puerto Plata.
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