LA RENUNCIA DE FIDEL CASTRO

La Revolución Cubana siempre ha sido presentada por sus opositores como el fruto de la acción de unos cuantos dirigentes marxistas encabezados por Fidel Castro.

Pero si bien el papel de aquel grupo de dirigentes es fundamental, lo cierto es que aquella Revolución es realmente el fruto de las condiciones de miseria, abandono, desprotección y corrupción gubernamental en que han vivido nuestros pueblos por siglos.

Y como esas condiciones persisten en casi toda América Latina es de explicarse que se haya hecho tanto para impedir el surgimiento de nuevas Cubas…

Y que se haya hecho tanto contra un país tan pequeño y a tan poca distancia (apenas 90 millas) del poder imperial para impedir que pueda subsistir como ejemplo de dignidad en América Latina.

Cientos de atentados, sabotajes contra la agricultura, contra los barcos pesqueros, intentos de invasiones (desde las guerrillas del Escambray y Playa Girón hasta las incursiones aéreas desde Florida), emisiones radiales y televisivas desde la mal llamada Radio Martí y un bloqueo total con amenazas para quienes no quisieran acatarlo… Todo lo ha intentado Estados Unidos contra Cuba.

Probablemente, sólo el pueblo vietnamita haya conocido en la historia reciente una situación de acoso y agresión similar.

¿Cuánto deben América Latina y otros pueblos a Cuba? Para empezar debían saber que fue la Revolución Cubana la razón de miles de iniciativas de “cooperación” estadounidenses… desde la Alianza para el Progreso hasta la Iniciativa Reagan para la Cuenca del Caribe y un largo etcétera para no hacer más larga esta reflexión.

Hoy está de nuevo Cuba en primer plano a propósito de la renuncia de Fidel Castro a seguir dirigiendo el Estado Revolucionario.

El líder de la Revolución que, como dice Bosch, quebró “definitivamente la frontera imperial” en el Caribe se retira invicto, como invicto ha sido su pueblo, y lo hace inaugurando a los 81 años otro ministerio: el de la pluma, de la cual brotan sus Reflexiones memorables.

Fidel será recordado y admirado siempre por muchísimas razones, pero sobre todo lo será por una: fue siempre un líder moral; armado de una ética más fuerte que cualquier misil nuclear.

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