LAS EXPECTATIVAS
ENCARECEN LOS PRECIOS

Roberto Rodríguez Marchena
Martes 12 de Agosto del 2008

Los precios han vuelto a subir. No sólo de los alimentos, sino también de los materiales de construcción, de las medicinas, de la ropa y del alquiler del dinero (tasas de interés).

¿Por qué si ha bajado el precio del petróleo, del euro, el dólar sube, pero muy poquito, y no habido movimientos alcistas de consideración de los cereales en la bolsa de Chicago?

Las expectativas, que no son las mejores.

Podría argumentarse que las alzas actuales –como las de junio y julio- son el resultado tardío y natural de lo acontecido en la economía mundial desde finales de diciembre del año pasado y quizá hasta de un poco antes, pero que, por obra y gracia del muro de contención construido por el gobierno nacional para evitar “turbulencias electorales”, no comenzaron a sentirse sino hasta pasadas las elecciones presidenciales.

Lo que podría sugerir que, tan pronto surta efecto todo lo que debió afectar desde fuera a la economía dominicana, los precios se estabilizarán y muchos puedan bajar por reducción en el consumo, que es uno de los objetivos de las medidas que ha venido tomando el Banco Central de la República Dominicana.

¿Ocurrirá realmente así? Ya quisiéramos todos, pero parece que no va a ser así. Además, ¿cuándo?, cuya respuesta aportaría alguna certidumbre y, la verdad es que hasta ahora ningún banco central de ningún país, ningún economista, se ha atrevido a ponerle fecha, monto y fondo a las dificultades actuales.

Las dificultades de la economía mundial se van a prolongar más allá del segundo semestre de 2009, demasiado tiempo para una economía vulnerable y frágil como la dominicana que no tiene petróleo, ni electricidad; que no está en condiciones de aprovechar en el corto plazo las nuevas oportunidades que se le ofrece a la producción agropecuaria, que carece de un tejido industrial sólido y diverso y que, su principal riqueza, por un lado, el sol, como fuente de energía renovable, no la aprovecha y, por otro, el mar y las playas, con la reducción de ingresos de las familias norteamericanas y europeas, que están prefiriendo hacer turismo interno o no hacer, el flujo de turistas no va a crecer, sino a disminuir.

Otra de las razones de peso en la incertidumbre que empuja al alza de precios actual son las cuentas del Estado dominicano, que están en serios apuros por la manera cómo se decidió resolver la quiebra de tres bancos importantes, el excesivo endeudamiento externo, el crecimiento de las importaciones y la mala calidad del gasto público.

Sin embargo, la respuesta gubernamental a las dificultades externas e internas no ha provisto de certidumbre a los agentes económicos. Decepción, desconcierto, es la respuesta de muchos, al ser preguntados sobre las medidas tomadas por el gobierno luego de las elecciones presidenciales de mayo en la que la mayor parte del empresariado favoreció la permanencia del PLD y la victoria en primera vuelta de su candidato, el actual presidente, Leonel Fernández, precisamente para que tomara inmediatamente decisiones para enfrentar la situación.

El presidente habló dos veces al país. Sus funcionarios elaboraron un presupuesto complementario que los senadores de su partido ya aprobaron y los diputados aprobarán antes de su juramentación el 16 de agosto. El gobierno celebró un seminario sobre la comunicación gubernamental y estatizó la Refinería de Petróleo.

Pero ninguna de esas acciones comunicacionales han servido para calmar el ánimo público y privado.

Algunos dicen que será éste tercer gobierno de Leonel Fernández es y será un gobierno viejo desde el primer día. Una tontería más. ¡Qué importa si el viejo tiene salud y ganas de vivir!

Publicado con autorización expresa de los autores. www.perspectivaciudadana.com

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