Opinión

 

LOCKWARD SE DEFIENDE

Por: Ángel Lockward
Jueves 05 de Febrero de 2009

Dr. Jorge Subero Isa

Presidente de la Suprema Corte de Justicia

Ciudad

Honorable Magistrado                                                                       

La historia, necesariamente guardará un lugar para usted por el ordenamiento administrativo que ha logrado darle a la Justicia, igualmente, por la dignidad con la cual ha dirigido la institución y por el grado de poder alcanzado; nadie duda, que la justicia es independiente, como debe serlo: de los partidos, de las empresa, de los sindicatos, de las iglesias, etc., empero, de lo único que no debe ser independiente es de la ley.

Recientemente usted señaló que: la justicia necesitaba una nueva ola de reformas y, más hace poco añadió, que: requería de un nuevo liderazgo. Pienso que los casi 9 millones de dominicanos, estamos de acuerdo en esas afirmaciones, porque esa renovación debe llevarnos a una justicia apegada a la ley y de calidad,  que es lo que todavía no tenemos.

Hace unos días el Dr. Rubén Puntier, desde un lugar en el que estaba con varios abogados me llamó a Bogotá para informarme que el Recurso de Casación interpuesto en contra de la Sentencia de la Corte de Apelación, que declaró Inadmisible el Recurso de Apelación en contra de la Sentencia que me condenó a pagar RD$ 2.0 millones al Juez José Alejandro Vargas, había sido declarado Inadmisible por la Sala Penal de la SCJ: todos estaban asombrados. Ese Recurso tenía sobradamente cumplido el plazo que el Código Procesal Penal, entre otras normas, establece para declarar admitida la solución planteada por el recurrente. Una cosa es establecer “jurisprudencialmente que” el legislador quiso decir 30 días laborables y, otra muy distinta es derogar dicho artículo, no admitiendo lo establecido por el Congreso Nacional en una ley, puesto que, habiéndose cumplido el plazo, la solución es establecida en la Ley. La decisión del Juez debe ser dentro del plazo, incluida la decisión de no decidir  el Recurso en el tiempo fijado por la Ley, puesto que para cuando esto sucede, la ley ya ha dispuesto lo que procede,  que es la admisión del Recurso.

Sin embargo, atendiendo a la distancia a que me encuentro, lejos de Santo Domingo y al hecho de que mi nueva condición no me anima a polémicas públicas, instruí que se hicieran los arreglos para buscar los fondos y cubrir el pago de tan terrible injusticia. Simplemente, en nuestro sistema judicial no hay quien nos proteja de las injusticias, en particular de las violaciones constitucionales,  cuando estas provienen de la Suprema Corte de Justicia. Incluso, hablé con el abogado de la parte gananciosa, Carlos Ventura, quien se encuentra en Estados Unidos, según me dijo, para hacer los arreglos.

No obstante, ante la nota de prensa enviada a los periódicos y publicada este sábado, en la cual se informa que la SCJ ratificó una condena civil en mi contra, lo que no es cierto,  puesto que la SCJ lo que hizo fue declarar inadmisible el Recurso de Casación y, hasta eso lo hizo fuera del plazo que le concede el Código, me veo en la necesidad, sin olvidar que en esta misma semana la Iglesia Católica realiza actos en desagravio a Galileo Galilei, a quien hace más de 400 años condenó por decir que la tierra se mueve,  que obviamente es la verdad, de puntualizar lo siguiente:

Lo que escribí del Juez Vargas Guerrero, en mi opinión, es cierto: varias de las imputaciones, son tan ciertas, que ya figuran en sentencias de otros jueces, como es el caso de declarar ilegal la prisión del señor Capell, a quien jamás interrogó, envió a prisión sin dictar Providencia y el Juez de Habeas Corpus, lo liberó por considerar ilegal su encierro, de hecho éste Juez formó parte de la Corte de Apelación que conoció la querella del Dr. Vargas y no se inhibió, a pesar de hárbesele informado; como es el caso de varios imputados, que los jueces de fondo han eliminado del proceso por cuanto en contra de ellos, el Juez de la Instrucción no indicó haber encontrado indicios y, sin embargo, los envió a juicio de fondo, sin haberlos oído nunca, etc.

Pronunció mi condena civil un Juez de Primera Instancia, que despacha en el mismo tribunal que el Juez Vargas, el demandante, con quien almuerza en el mismo comedor cada día, éste me condenó por párrafos que ni siquiera figuran en la querella, contrariando jurisprudencias de la SCJ y, luego, cambió la Sentencia leída in voce para arreglarla, en un fallo, que fue recurrido por ambas partes; la Corte de Apelación, sin la presencia de la Dra. Miriam German, un monumento de la judicatura, declaró Inadmisible ambos recursos para no entrar a estudiar el punto de la defensa, que era la Excepción de la Verdad, en una Sentencia tipo Pilatos y; peor, ni siquiera estatuyó sobre varios pedimentos, particularmente, el relativo a que los escritos judiciales no son sujetos de Difamación ni de Injuria y, el escrito por el cual se me condena: es una instancia que conoció el mismo Magistrado Presidente de la Suprema Corte de Justicia y que de hecho, me respondió con una carta suya, firmada por el Magistrado Subero Isa.

La Sala Penal de la SCJ declaró Inadmisible, más de dos meses después, un Recurso para el cual tenía SÓLO 30 días según el Código Procesal Penal y, lo peor Honorable Magistrado, firmó la Inadmisibilidad una Juez a quien sometí al Pleno en el año 2004, en el mismo caso, por falsedad, cuando lo instruyó, como usted recordará, puesto que la Sentencia de rechazo esta firmada por usted. Esa sola sería una causa justa de Revisión: La Juez Rodríguez de Goris, debió inhibirse, como hizo la Honorable Magistrada German, quien participó junto a ella en el mismo caso.

Honorable Magistrado, el sistema de garantías judiciales, entre otros, se basa en la prueba y en LOS PLAZOS,  si las pruebas no se estudian, porque el demandante es un colega y si los plazos no se respetan porque se trata de un juez, se puede hablar de condena, pero no de justicia. De hecho, el Juez Vargas hizo una Intervención Voluntaria, según consta en el Ordinal Primero, que no se nos notificó. Tanta parcialidad y violaciones procesales, debían constituir motivos de vergüenza.

Por eso muchos ciudadanos no se sienten garantizados por el sistema de justicia, aunque éste sea independiente, pues carece de calidad, de imparcialidad y de controles democráticos, algo que está llamado a resolver la Reforma Constitucional y que viene a tono con su discurso de renovación del liderazgo de la justicia y de una nueva ola de reformas y de jueces.

Pagaré la condena civil impuesta, humildemente, como todo ciudadano debe hacer aunque sea condenado por decir la verdad y, de hecho aceptaré los aportes que cualquiera, que crea que digo la verdad, quiera hacerme a este objeto en la cuenta No. 54-53931-2,  del Banco Popular; empero, siendo que mi queja es sobre la mala conducta de un magistrado: ¿Por qué no me escucha el Pleno de la SCJ, para de manera informal y humilde presentarle mis quejas? ¿Qué pierde el sistema escuchando a un ciudadano explicar por qué considera que un Juez se ha portado mal? Finalmente, para evitar males a otros ciudadanos, por errores, omisiones o conducta incorrecta de un Juez, eso era lo único que el suscrito pretendía. Si al final, a juicio de los magistrados, lo que digo no es cierto,  siempre tienen la oportunidad de volver a condenarme, pero por lo menos, el país sabrá si es verdad y si la verdad es importante en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia y, sobre todo, si ésta desea mejorar el sistema que administra y quiere mejorarse a sí misma, a fin de cuentas, hasta es posible que esa prueba de honestidad social permita que recupere el apoyo popular que antes tuvo.

Atentamente

Ángel Lockward

 

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