Opinión

 

¿Otro palo acechao con el turismo?/ Perspectiva del día


El Proyecto de Ley de creación del Instituto Nacional de Turismo en República  Dominicana se está cocinando hace un tiempo en el Congreso sin que la opinión pública sepa prácticamente nada.

Al parecer ya el Senado ha dado su opinión favorable y se espera que la Cámara de Diputados haga lo mismo en los próximos días.

De hecho, según nos hemos enterado, ya una Comisión Especial se reunió y emitió un informe con observaciones valiosas pero más bien de carácter cosmético porque no tocan aspectos fundamentales del tema.
 
El gran problema hasta ahora de la industria turística es su desarrollo en forma de enclave y DE ESPALDAS, así, en mayúsculas, a las necesidades de la sociedad y su realidad local.

Se trata de un negocio manejado con políticas sumamente auto-referentes, poco democráticas y de escasa visión para hacerse cargo de sus impactos en el medio ambiente y en la sociedad, en sentido general y local.

No decimos nada nuevo. Ya eso lo advirtió el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su Informe de Desarrollo Humano del 2005 al que nuestras autoridades del área han puesto oídos sordos vaya usted a saber por qué.

En resumidas cuentas, por sus efectos, este proyecto constituirá un camino sin retorno para profundizar las causas de todos los problemas que conocemos, es decir:
1. Corporativizar la política que rige a la principal fuente de divisas del país, dejándola en un poder absoluto.
2. Favorecer las posibilidades de mayor captura de espacios y beneficios en manos privadas.
3. Terminar por instituir legalmente la absoluta carencia de democracia y canales transparentes en las decisiones del sector, eliminando los pocos controles y balances interinstitucionales existentes, y limitar al mínimo el peso del nivel local en una industria de crecientes costos sociales y ambientales a niveles locales.

Éste es un tema económico, social y ambiental que afecta a una de las principales industrias del país y a una población numerosa y, por tanto, no debe ser tratado como un tema más y mucho menos con el sigilo con que, al parecer, viene haciéndose.

Por tanto, la sociedad debe ser informada con detalles sobre este asunto y debe dársele participación en los debates en el Congreso, lo mismo que a la Secretaría de Medio Ambiente cuya opinión sobre esto no se conoce, a pesar de que se tocan aspectos que son de su competencia.

Hay quienes entienden que, de aprobarse ese Proyecto de Ley de creación del Instituto Nacional de Turismo en República  Dominicana tal cual está concebido, se estaría asestando un verdadero golpe institucional contra el país.

Así las cosas, dicen algunos entendidos en el asunto, las luchas para salvar a Bahía de las Águilas de la depredación y contra el desaguisado de la Isla Artificial son  casi nada comparado con lo que desataría aquel Proyecto de  Ley de ser aprobado tal como está.

Articulo publicado con autorización de los autores.

Fuente: perspectivaciudadana.com

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