SI SE PUEDE AHORA, ¿POR QUÉ DEJARLO PARA DESPUÉS?

Por: Ramón Tejeda Read

Jueves 18 de Diciembre  de 2008

Mucho se ha hablado y se hablará de los fondos de pensión.

Pero la verdad es que ahora y en esta hora de la desgracia del capitalismo que hemos vivido y sufrido, unos, y gozado, otros, son probablemente el más valioso recurso con que cuenta el país para llevar a cabo algunas iniciativas importantes y seguras de desarrollo.

Hay quienes hablan de que “son fondos propiedad de los trabajadores y empleados que cotizan” y es verdad.

Pero ese  argumento está siendo utilizado para pedir que se los deje tranquilos; que no se haga nada con ellos; que se los deje como están, en las instituciones financieras que cobran tranquilas la intermediación y cualquier otra borona que pueda caerles de los millones invertidos en certificados del Banco Central, por ejemplo.

Y, mientras los intermediarios se lucran desde hace años con esa parte importante del ahorro nacional, ¿cuánto les toca a los trabajadores y empleados cotizantes?

Hasta ahora —aunque lo callen incluso los dizque sindicalistas que más parecen representar a los patronos— ese fondo no ha representado mas que una esperanza para los trabajadores que lo generan, y no representará nada hasta que la vida productiva de esos trabajadores se haya terminado, a los 65 ó 70 años, y pasen a recibir la pensión pírrica que les tocará a muchísimos, dada la juventud del sistema de pensiones.

¿Por qué razón mientras ya unos pocos sacan beneficios de los fondos de pensiones los trabajadores y empleados deben esperar llegar al fin de sus días productivos para recibir algo del trabajo de toda una vida?

¿Quién dice que no se pueden llevar a cabo inversiones seguras que contribuyan al desarrollo del país de modo que toda la ciudadanía, y no sólo los poquitos intermediarios, se beneficie del ahorro nacional?

Dejémonos de sofismas de financistas y contables acostumbrados a vivir del dinero de los otros so capa de que “yo se lo estoy cuidando muy bien” y permitamos al gobierno presentar los planes que propone para el uso de esos fondos y, eso sí, tengamos todos la mirada fija en hacerlos crecer aún más; en evitar la politiquería que lo daña todo y en garantizar inversiones seguras y beneficiosas para los trabajadores y para todo el país. Si se puede ahora, ¿por qué dejarlo para después?

Publicado con autorización expresa de los autores. www.perspectivaciudadana.com