¡TREINTA Y TRES AÑOS DESPUÉS !

Por: Ramón Tejada Read

Miércoles 8 de Octubre  de 2008

En octubre del 1975, Juan Bosch sostenía uno de sus acostumbrados ciclos de charlas radiales en los que, siempre con intención didáctica, actitud de servicio y decisión de denuncia, trataba los problemas del país.

Las charlas en aquel momento abordaban la crisis creada por los aumentos de precios del petróleo con que los países de la OPEP hacían frente a la crisis capitalista que entonces, como ahora, sacudía al mundo.

La charla del 14 de octubre de 1975 –pronto hará treinta y tres años—fue dedicada por Bosch a sugerir medidas para enfrentar el problema del precio del petróleo y entre ellas sugirió que el gobierno dominicano se asociara con Venezuela vendiendo a ese país el cincuenta por ciento de las acciones en la mal llamada refinería de Haina que, bien decía Bosch, puesto que no refinaba nada, no era tal, sino un vulgar alambique.

El desaparecido periódico El Sol recogió la propuesta en la página 24 de su edición del 15 de octubre con el siguiente título: “Bosch Considera Solución Energía Venezuela Adquiera 50% Refinería”.

La propuesta de Bosch, sin embargo, iba mucho más lejos. Sugería la posibilidad de que con Venezuela se desarrollara una verdadera refinería y una verdadera industria petroquímica que, además, pudiera producir fertilizantes, que se hacen con derivados del petróleo.

Se puede decir que Bosch veía con ojo de águila y es cierto. Pero no se trataba sólo de eso. Se trata también del compromiso de aquel político genial con los mejores intereses de su pueblo.

Eso lo llevaba a mostrar que había otra forma de hacer las cosas y  que si no se hacían como era debido era porque el interés de aquellos gobiernos a los que enfrentó y denunció no era servir al pueblo dominicano.

Treinta y tres años después, República Dominicana no ha sufrido problemas peores porque pronto se adhirió al Acuerdo de Petrocaribe, que había sido rechazado en actitud vergonzosa por Hipólito Mejía, tal cual lo hizo Balaguer en la década del 70 con un ofrecimiento similar de Venezuela.

Treinta y tres años después, el país ha debido comprar las acciones de la Shell, que mientras pudo se llevó la tajada del león del negocio de vender combustibles.

¡Treinta y tres años después!

¡Cuánto tiempo y cuánta vida pierden los pueblos cuando caen en manos de la ineptitud, la corrupción y el entreguismo!

Publicado con autorización expresa de los autores. www.perspectivaciudadana.com