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				PUERTO PLATA PRIMERO
				 12 de julio de 2007
				La provincia de Puerto 
				Plata debe avocarse a un plan estratégico a largo plazo que le 
				permita rescatar el tiempo perdido en cuanto a desarrollo 
				turístico y comercial se refiere. Nuestra querida provincia ha 
				estado sumergida en un letargo desarrollo turístico y comercial 
				durante los últimos años, siendo dichas secuelas de gran 
				envergadura para toda la ciudadanía.  
				Aún reconociendo el 
				esfuerzo de muchos que han intentado durante los últimos tiempos 
				adentrar a la provincia en los nuevos modelos económicos, 
				sociales y culturales, hemos sido minimizados a planos 
				inferiores en comparación con otras provincias que integran la 
				geografía nacional, producido por diversos factores, tanto 
				humanos, como políticos.   
				Ha existido tanto deseo 
				y tanta expectativa para que nuestra provincia se proyecte como 
				tierra progresista, que la ilusión nos ha mantenido vivos, pero 
				lamentablemente, no hemos tenido éxito.  
				Pero como agua ofrecida 
				a quien anda sediento, vuelve Dios, y la naturaleza, a 
				premiarnos: y es que estamos calificados dentro de las 4 
				provincias de esta media isla, con las mejores aptitudes y 
				condiciones para desarrollar la energía eólica como fuente 
				alternativa a las energías tradicionales.  
				Es la provincia 
				bendecida, otorgándonos así la mano omnipotente la capacidad de 
				ampliar nuestros horizontes. Si Puerto Plata se dedica a cambiar 
				todo su ámbito social, económico, cultural y turístico, en un 
				plazo de 10 años, estaremos convirtiendo a la Provincia en una 
				pujante, productiva y sobre todo, reconocida zona. Ya no sólo 
				debemos crecer turísticamente, es necesario hacerlo en todos los 
				ámbitos.  
				Se nos ha presentado 
				ahora una oportunidad inmensa de servir como eje central para la 
				distribución de energía eólica, la cual deberá en los próximos 
				años ir sustituyendo a las fuentes de energías comunes, que de 
				por sí han resultado sumamente caras. Si nuestra Provincia, con 
				un plan estratégico no menor de 10 años, se propone hacer una 
				profunda revolución en todos los sentidos, podrá ir 
				estableciendo las bases para afianzarse y recuperar el terreno 
				tristemente perdido.  
				Imaginemos la 
				importancia de la provincia dentro de 10 años, si hoy nos 
				preocupamos por mejorar turísticamente; imaginemos la 
				importancia de la provincia en 10 años, si hoy decidimos ir 
				estableciendo los cimientos para ser una provincia 
				comercialmente activa. Podremos ser el puerto por excelencia de 
				la región del Cibao, podremos ser el punto de referencia de 
				distribución de energía para todo el Cibao, podremos ser la cuna 
				de la cultura dominicana en toda la región del Caribe. 
				 
				Si desde ahora aunamos 
				esfuerzos, lo lograremos. Para ser exitosos, será preciso 
				también dejar atrás vanas e injustificables discrepancias con 
				provincias hermanas, como es el caso de Santiago, ya que nos 
				beneficiará a nosotros que Santiago siga creciendo 
				comercialmente, porque en la misma magnitud en que crezca, así 
				mismo demandará de nosotros la utilización del puerto comercial, 
				y así estableceremos una relación de doble vía, en donde ambas 
				provincias resultarán beneficiadas. Nosotros necesitaremos su 
				tráfico comercial, y ellos necesitarán nuestro puerto. Negocio 
				redondo, sin desperdicios. Esto por citar sólo un ejemplo a 
				vuelo de pájaro.  
				Las oportunidades están 
				nuevamente floreciendo, y la provincia tiene una oportunidad de 
				oro de aprovechar estos y otros elementos que con el tiempo 
				necesariamente irán beneficiándonos. Sólo faltarán hombres de 
				voluntades probadas, y la firme convicción de que unidos (Sí, 
				unidos, pero unidos en hechos, no solo en palabras) lograremos 
				mucho. Infinitas posibilidades. Hasta debemos dejar atrás las 
				diferencias políticas,  que tanto daño nos han hecho, para 
				lograr lo deseado. Que estemos divididos por ideologías, no por 
				sentimientos. Pongamos a Puerto Plata primero. Convirtámonos en 
				lo que queremos ser.   
				
				El Autor es Abogado.
				
				  
					
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