| 
		    
		Del círculo vicioso al ciclo virtuoso
		  
		No existen soluciones individuales al problema 
		eléctrico. Más bien, se requieren soluciones sistémicas que involucren 
		los problemas causales como parte de la solución
		
		El problema eléctrico dominicano se resume en una 
		relación circular cerrada cuyos procesos causales mutuos se reciprocan. 
		Y donde existen variables reguladoras que en vez de contribuir a la 
		ruptura del círculo tienden a profundizar su circularidad.   
		 
		El subsector eléctrico está sumergido en un círculo vicioso entre la 
		oferta y la demanda. La oferta, representada por quienes producen y 
		distribuyen la electricidad, y la demanda por los clientes o usuarios. 
		 
		Una parte alega que el problema radica en la falta de pago de los 
		clientes. La otra sostiene que no pagan porque no se les brinda un 
		servicio continuo y de calidad.  
		 
		No obstante, la situación se torna injusta para aquellos clientes que 
		pagan y no se les brinda el servicio, e igual de injusta para las 
		empresas que brindan el servicio a clientes que no pagan. 
		 
		Para romper el círculo vicioso, una de las partes debe ceder. Desde una 
		óptica ideal las contribuciones de ambas partes deberían ser simultáneas 
		y en la misma proporción. Desde la óptica real deben ser sistémicas y 
		graduales. 
		 
		A nuestro entender, el círculo vicioso eléctrico se transforma en un 
		ciclo virtuoso en base a 6 elementos.  
		 
		Primero, si existe una ley de electricidad que sea aplicable y respetada 
		por todos. Segundo, si se definen precios de electricidad competitivos 
		basados en operaciones eficientes y óptimas de generación y distribución 
		que reflejen costos reales.  
		 
		Tercero, si el subsidio que aplica el Gobierno se utiliza para que las 
		distribuidoras den el primer paso y suministren un servicio constante y 
		de calidad.  
		  
		Cuarto, si todo el que usa el servicio eléctrico lo paga y se genera un 
		cambio de mentalidad que derive en una cultura de pago del servicio. 
		 
		Quinto, si el Gobierno juega su rol de manera transparente y efectiva, 
		no queriendo competir con el sector privado. Y sexto, si se fortalecen 
		las instituciones reguladoras, y se institucionaliza su independencia, 
		para que las mismas hagan cumplir las leyes, reglamentos y resoluciones 
		de manera justa y equitativa.  
		  
		Como se puede apreciar, no existen soluciones individuales al problema 
		eléctrico. Más bien, se requieren soluciones sistémicas que involucren 
		los problemas causales como parte de la solución.  
		
		
			
				
						
							
								| 
								Su comentario sobre 
								este artículo. | 
							 
							
								
								
								 
								 | 
								
								  | 
							 
						 
						 | 
			 
		 
		 | 
		
		 |