Reelección
		Lo único absolutamente 
		negativo para los intereses del país, de la repostulación de cualquier 
		presidente es el uso de los recursos del Estado para la obtención de la 
		reelección presidencial. 
		Domingo 17 de diciembre del 2006
		 
		Tiende a existir una gran confusión 
		entre repostulación y reelección presidencial. La primera es una 
		decisión individual y a la vez colectiva de un partido político. La 
		segunda es una decisión de los ciudadanos con capacidad del voto. 
		 
		 
		Tanto la repostulación, como la reelección presidencial no son malas, ni 
		buenas per se. Su valoración es relativa dependiendo desde la óptica que 
		sea vista.  
		 
		Lo malo o bueno de la reelección presidencial lo define el desempeño 
		del  candidato repostulante a la misma. Si el ejercicio político de 
		dicho partido o  presidente de turno es beneficioso para el país, de 
		seguro que las mayorías entenderán como necesaria una repetición del 
		periodo gubernamental. Por el contrario, el rechazo a la misma será 
		inminente.  
		 
		¿Para quién es mala la reelección presidencial? Es mala para los 
		partidos políticos que se encuentran en la oposición, cuando las 
		preferencias de votos en las encuestas no le dan un porcentaje mayor que 
		al partido de gobierno que quiere reelegirse.   
		Es mala, para aquellos que aspiran 
		a un ascenso social o económico, a través de la política, y entienden 
		que con la repetición del gobierno de turno, no lograrán su cometido. Es 
		mala para la sociedad en general, cuando el mandato presidencial ha sido 
		mediocre y afectará los intereses nacionales con su repetición. 
		 
		 
		¿Para quién es buena la reelección presidencial? Es buena para todo 
		aquel que está en el poder, y antepone sus intereses personales por 
		encima de los del país, sin importar la calidad de la gestión 
		gubernamental que se viene llevando a cabo. Y es buena para el país, si 
		el gobierno de turno desarrolla un proyecto de nación, con el objetivo 
		de mejorar el bienestar socioeconómico del país.   
		 
		Veamos la reelección y repostulación presidencial desde diversos 
		ángulos, trayendo algunos momentos de la historia reciente. ¿Para 
		quiénes eran buenas o malas las reelecciones de Balaguer?  
		¿Para quién era buena o mala la 
		repostulación y posible reelección de Hipolito Mejía? ¿Para quién es 
		buena o mala la repostulación y posible reelección de Leonel? 
		 
		Desde el punto de vista particular de las personas, la reelección 
		adquiere una connotación relativista, y es responsabilidad de cada quien 
		ubicarse del lado que le convenga. 
		 
		Lo único absolutamente negativo para los intereses del país, de la 
		repostulación de cualquier presidente es el uso de los recursos del 
		Estado para la obtención de la reelección presidencial.   
		Por tanto, corrijamos la 
		negatividad absoluta que envuelve la repostulación presidencial, para 
		que sea una acción justa y equitativa, primero para el país, y segundo 
		competitivamente para todos los partidos políticos contendores.   
		Milton Morrison es ingeniero 
		
		
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