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		¿REVOLUCIÒN MORAL?
		  
		A corto y mediano 
		plazos, más que en la revolución moral, creo en una revolución del 
		respeto, igualdad y justicia; también en el fortalecimiento 
		institucional, y la fortaleza de los poderes del estado, objetivos 
		orientados al bien común 
		  
		Buscando la definición de la 
		palabra moral encontré que la Real Academia de la Lengua Española 
		presenta diversas acepciones y una de ellas señala: “perteneciente o 
		relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de 
		vista de la bondad o malicia”.  
		 
		En Wikipedia alguien o alguna institución definió moral como el 
		“conjunto de costumbres, creencias, valores y normas de una persona o 
		grupo social determinado que ofician de guía para el obrar, vale decir, 
		que orientan acerca del bien o del mal  de una acción”.   
		Más tarde revisé en la UNESCO la 
		definición de cultura y la misma es definida como “el conjunto de los 
		rasgos distintivos, espirituales, materiales y afectivos que 
		caracterizan una sociedad o grupo social”.  
		 
		En la lectura detenida de cada una de las definiciones observé elementos 
		comunes que conjugados con el carácter de singularidad de la moral como 
		valor, se podría inferir que así como los individuos tienen valores 
		morales individuales, de coincidir grupos sociales numerosos con 
		conductas parecidas se podría aducir que la moral tiende a ser un valor 
		perteneciente a la cultura de los pueblos.  
		 
		Recientemente en nuestro país se ha estado hablando de la necesidad de 
		una revolución moral; propuesta plausible, de consenso y necesidad 
		nacional.   
		No obstante, dada la situación 
		de que la moral se basa en normas sociales y responde a patrones 
		sicológicos conductuales, no es posible realizar una revolución moral 
		sin que cada individuo interiorice la necesidad del cambio.  
		 
		Me atrevo a pensar que una revolución de este tipo cosechará resultados 
		en dos o tres generaciones de dominicanas y dominicanos.   
		 
		La propuesta surge de sectores políticos, que si bien  dicha clase es la 
		más llamada a actuar con ética y moral, en el sentido de convertirse en 
		entes de cambios y ejemplo para una sociedad que solicita un 
		adecentamiento del ejercicio político.   
		 
		A corto y mediano plazos, más que en la revolución moral, creo en una 
		revolución del respeto, de la igualdad social y la justicia. 
		 
		También en el fortalecimiento institucional, y la fortaleza de poderes 
		del Estado, objetivos orientados al bien común.   
		De esta forma, personas morales 
		e inmorales deberán ajustarse a los mismos patrones, de manera tal que 
		castigue a los inmorales y el resto disfrute de una atmósfera de 
		justicia e igualdad donde se pueda respirar y no moramos de asfixia 
		moral, como el ilustre pensador Eugenio María de Hostos.  
		Milton Morrison es ingeniero 
		
		
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