Pensamientos Tóxicos

 

 “No estoy a la altura”.

“Mi vida es una calamidad”. “Seguro que algo saldrá mal”…

Aprenda a desactivar éstos y otros virus mentales que le amargan la existencia y le impiden ser positivo.

Así como hay pensamientos válidos, los hay erróneos, y mientras unos nos expanden, otros no contraen psicológica, física y emocionalmente”, señala el psicoterapeuta José María Doria. Estos se basan en programaciones mentales tóxicos que se han registrado en nuestro cerebro en los primeros años de vida, a partir de la relación con modelos que hemos admirado e imitado durante la infancia, como padres, educadores y amigos.

Según el experto, “son ideas que nos generan emociones negativas, inhibitorias, de miedo, tensión, ansiedad, así como palpitaciones o problemas gástricos”.

Los programas tóxicos se activan de forma automática, debido a una asociación ante un estimulo determinado, del que no siempre somos conscientes, como ver una persona que nos recuerda a otra. Para desactivar los “gérmenes mentales”, el psicoterapeuta propone una serie de antídotos para los pensamientos tóxicos más habituales.

Frase veneno: “Me quedaré sin trabajo ni dinero”

Frase antídoto: La vida es un juego y aunque he sufrido muchas caídas y cambios, siempre mis problemas se han resuelto y nunca ha pasado nada, porque cada vez que se cierra una puerta, se abre otra.

Al igual que siempre he dado con una solución para mis problemas, ya se me ocurrirá algo en su momento.

Si siempre he tenido recursos para salir adelante, ¿Por qué van a faltarme en el futuro?

Frase veneno: “Al final, perderé los estribos”

Frase antídoto: Cada vez dispongo de mayor autocontrol y serenidad. Fortalezco mi autodominio y capacidad de autodeterminación.

Cada vez me siento más preparado para controlar mis emociones y reacciones. Disfruto creando conductas y pensamientos armoniosos y equilibrados, que me hacen sentir bien.

Frase veneno: “Siempre cedo frente a los demás”

Frase antídoto: Cada día me siento más tranquilo y seguro como para exponer libremente mis ideas y opiniones con firmeza.

Sé lo que quiero de la vida, en cualquier ocasión, en cualquier lugar y ante cualquier persona.

Soy más asertivo y afirmativo que ayer.

Me mantengo firme en mis posturas, respetando la toma de mis propias decisiones.

Esto lo pienso yo y lo pienso de verdad.

Confío en mi mismo. Sé lo que estoy diciendo.

Frase veneno: “Nunca tengo el tiempo suficiente”

Frase antídoto: Establezco prioridades. Reflexiono y aplazo aspectos que forman parte de mi vida pero no son tan importantes.

Aprendo a jerarquizar mis actividades por orden de importancia.

Vivo en cada momento lo que debo vivir, sin anticiparme a lo que tengo que hacer dentro de un rato.

Vivo plenamente el presente. Me ocupo, pero no me preocupo.

Frase veneno: “Estoy ansioso porque llegue el momento”

Frase antídoto: Me adelanto a los acontecimientos moderadamente, sólo para controlar bien todo el proceso de mis logros, éxitos y objetivos.

Vivo el presente centrado en el aquí y ahora; esperar a lo que ha de ocurrir.

Mi mente y mi cuerpo están puestos en lo que hago en la actualidad, no en el tiempo futuro.

La inmensa mayoría de las cosas que anticipamos finalmente no suceden, por lo que no saco nada con dejarme vencer por la ansiedad.

Frase veneno: “Soy incapaz de conseguirlo”

Frase antídoto: Soy capaz de lo que me proponga. Me siento cada vez más reconocido por los demás.

Cada día me gusta más afrontar retos y situaciones en las que tengo que sacar mis capacidades.

Disfruto más desarrollándome.

Soy un proyecto ilimitado de desarrollo y aprendizaje.

Cada vez me siento más preparado.

Cada día estoy más seguro de mi mismo y me siento capaz.

Frase veneno: “Mi imagen externa se viene abajo”

Frase antídoto: Evito hacer suposiciones que sólo son proyección de mis complejos personales.

Que piensen lo que quieran. Yo sé que estoy haciendo las cosas de forma coherente y acorde a la imagen lógica que creo que presento frente a los demás.

Actúo bien y veo síntomas de que la gente me entiende y atiende.

Soy único e irrepetible en el mundo, diferente de todos los demás, y por tanto he de ser yo mismo.

Frase veneno: “No se qué hacer si las cosas se tuercen”

Frase antídoto: Cada obstáculo es una manera de ajustar el rumbo, para que la travesía sea un éxito.

En cada momento voy afrontando los problemas que surgen.

Sigo adelante sin paralizarme o detenerme por la posibilidad de que algo vaya mal.

Cuando llegue el momento de la dificultad mi mente estará más preparada y estaré en una mejor situación.

Lo que hoy me parece sin solución, quizá más adelante será posible de resolver con facilidad.

De la misma forma que cada pregunta tiene su respuesta, cada problema su solución.

Frase veneno: “¿Y si enfermo?”

Frase antídoto: En el universo nada es casual, ni siquiera una dolencia, la cual está llena de oportunidades y posibilidades de cambio, transformación y crecimiento.

Si tengo una enfermedad, será porque trate detrás muchos cambios interesantísimos y aprendizajes para mi personalidad y existencia. Dice el dicho que no hay mal que por bien no venga…

El cuerpo hace reclamos para que haga ajustes, correcciones o cambios de algo que no funciona bien en algún área de mi vida. Es la hora de revisarla.

Frase veneno: “Voy a la deriva”

Frases antídoto: Estoy en un  momento crítico, pero es la víspera de un renacimiento, de u nuevo molde de vida.

Asumo con tranquilidad al caos momentáneo y sé esperar hasta estructurar el nuevo orden.

Sé que algo nuevo y mejor va a llegar con seguridad, porque siempre sucede así, cuando menos me lo espero.

Ahora sólo veo lo que se va, pero pronto descubriré lo que está llegando. Mi vida es una aventura.

Frase veneno: “He cometido un error irreparable”

Frase antídoto: Los errores y fracasos no existen: hay aprendizajes e historias personales.

He vivido una experiencia que me ha enseñado enormemente.

Lo que he aprendido hoy, me permite desarrollarme mañana.

Un niño se cae cientos de veces para aprender a andar.

Si me equivoco muchas veces en uno o varios intentos, la vida me enseña, con la evidencia, que es más poderosa que la teoría y que nada como vivir las cosas, para entenderlas. 

Fuente:  Hoy Digital

Evite los insultos, palabras soeces, vulgaridades o groseras simplificaciones

 

Nombre:            
Email:                 

Sector/Ciudad: 

Mensaje: