26-10-2006

Un  estilo gerencial más ético y socialmente responsable

 

Hasta que entró en vigencia el acuerdo comercial entre los países, tendente  materializar el nuevo orden mundial llamado globalización, los gobiernos habían mantenido una política proteccionista manifestada por medio de altos impuestos a las importaciones, encaminada a salvaguardar el productor nacional. 

De este modo los productores nacionales desplegaban el menor esfuerzo hacia la calidad y por lo tanto, la adquisición de materia prima adecuada, maquinaria que respondiera al último grito de la moda en materia de tecnología dura de punta no era su preocupación y mucho menos la contratación de personas que respondieran a altas calificaciones; todo debido a que tenían frente a sí un mercado cautivo que, o les compraba a los productores nacionales, o tenia que adquirir esos mismos bienes y servicios importados  a precios que incluían altísimos aranceles.  

Además, las mismas organizaciones empresariales debido a que se desarrollaban  en un ambiente plácido caracterizado por escasas unidades productivas de la misma naturaleza, poseían una estructuración interna de una enorme cantidad de niveles jerárquicos. 

Muchas veces los empleados de la base de la entidad no conocían los máximos ejecutivos y estos no tenían ningún interés en rozarse con los primeros. El ser humano era concebido por la gerencia como parte del accesorio de la maquinaria, como si fuera un instrumento más de trabajo y el estilo gerencial con que se manejaba la organización era sumamente autocrático. Los supuestos de la teoría X de Douglas Macgregor prevalecían a la hora de dirigir los recursos humanos. 

Sin embargo, la hoja se ha cambiado, el ambiente turbulento,  como señala Gary Dessler, es lo predominante en lo que tiene que ver con el ambiente organizacional a partir del nuevo orden comercial;  ahora ya no existe el proteccionismo de los impuestos a las importaciones y la tendencia es a su desaparición y, por lo tanto,  la invasión permanente de bienes y servicios traídos de otras sociedades, muchas veces producidos en un ambiente más favorable para el fabricante, como seguro sistema energético, no hay  que pagar doble seguro médico (uno colectivo y otro de la seguridad social).   

 El uso de tecnología de punta, menores tasas de intereses y, sobre todo,  unos recursos humanos formados en un sistema educativo rodeado de una superior calidad, entones se impone un  cambio de un estilo gerencial  de mayor participación donde se considere a las personas no como recursos, sino como entes vivos que sienten, que tienen prejuicios, que poseen valores sociales, que no sólo tienen necesidades sino que tienen aspiraciones, en fin que tienen sus propios proyectos personales que del mismo modo que la organización tiene los suyos y que cada día desea materializarlos los trabajadores también tienen metas pendientes de obtener, todo esto plantea una mirada a la teoría Y del mismo Macgregor y  establecer  como estandarte  innegociable el problema de la calidad, la productividad y el bajo costo.  

Ahora las estructuras internas de las organizaciones en vez de tener aquellos interminables niveles de mando en su escalera jerárquica, donde los colaboradores eran desconocidos entre sí, están demandado una división de la tarea en forma más horizontal, donde el trabajo en equipo predomine, a fin de poder responder con rapidez y agilidad a los permanentes cambios que se producen en su entorno; entonces necesitamos una estilo gerencial más motivador, más cuidadoso en la selección de personal,  creador de un clima organizacional que promueva los valores humanos, mas ético y socialmente responsable,  si quiere promover una organización que sea capaz de enfrentarse con probabilidades de éxitos al mundo de la revolucionada competencia.