”¡EN EL NOMBRE DE DIOS?”

Hace más de 4 mil años el oriente medio comenzó su travesía que lo llevaría a lo que hoy llamamos Medio Oriente y que desde allí lógicamente hemos descendido nosotros. Todas las reglas básicas fueron establecidas en el nombre de un personaje creador de la tierra y de los cielos según nuestra  Biblia en Génesis 1,1.   Pero esas reglas han trascendido por miles de años y es nuestra creencia que todavía los seres humanos no las entendemos del todo bien. 

En las Cruzadas encabezadas por la Iglesia Católica hace ya algún tiempo y que ellos mismos han señalado como un acto erróneo por parte de sus antepasados, se llevaron a cabo masacres y misiones de guerra en el nombre de Dios. Tales actos eran bendecidos por los entonces sacerdotes católicos.

Esa, entiendo yo,  fue una etapa dura para la Humanidad y para todo el mundo.  El hecho de utilizar el nombre de Dios para ir a la guerra es un acto de degradación intelectual.

En la actualidad Palestina, Israel y algunos países de nuestra era, basan sus ataques, unos dizque para honrar al Creador, otros para hacer cumplir sus reglas. Es desde el punto de vista de este humilde explorador, una manera de someter a toda una nación a los deseos de un solo hombre, a través del "engaño" (entre comillas).  Porque los líderes actuales saben perfectamente que a Dios no se le proclama con violencia, este hecho se aprecia en todos los mensajes de todas las principales religiones del mundo y que Jesús resumió en unas cuantas palabras: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

No obstante, los seres humanos nos "olvidamos" de tales enseñanzas por el mero hecho de querer lograr nuestros objetivos por maliciosos que estos sean. Muy a pesar de los pobres infelices que sólo buscan a diario un poquito de pan para subsistir.  Otros que ya han conseguido el pan fijan sus objetivos en fama y poder, además de, lógicamente, mucho más dinero.

Para una minoría el objetivo principal es el conocimiento sobre todas las cosas y a mi entender ése debería ser el objetivo principal del hombre, ya que la educación es la base del desarrollo. De esa manera las personas entenderán la grandeza de Dios y que no está limitado solamente a lo que una nación piensa, a sabiendas de que todas las naciones fueron hechas por él de eso no nos cabe la menor duda.

Entonces si todos los hombres pertenecemos de una manera u otra a la grandeza de la creación divina ¿cómo es posible que Dios tenga un pueblo preferido para Sí?  La respuesta pura y simple es: Dios no tiene preferencia alguna por ninguno de los seres que existimos en este planeta, para él todos somos iguales, e igualmente amados; ahora bien,  la diferencia está en la forma en que nuestros líderes religiosos han transmitido ese mensaje, haciéndonos creer que el pueblo de Israel por ejemplo es el pueblo de Dios, en base a esa gran falacia y otras más que de mencionarlas necesitaríamos todo un libro, se han librado y se seguirán librando batallas sangrientas y salvajes que vergonzosamente nos hacen ser todavía seres de poca evolución.

Dios nos ama a todos por igual y estoy seguro de que si la controversia entre Palestina e Israel, por ejemplo, es por un poco de tierra El la cedería complacido con el objetivo de terminar con la muerte material de sus hijos, o ¿creen ustedes que Dios prefiere más a una persona que a otra? o mejor aún ¿que Dios prefiere ver a los hombres matándose unos con otros que a ceder un pequeño margen de terreno por muy sagrado que este sea?

Dejo en sus corazones la brillante elección de estás opciones no sin antes recordarles que el Creador puede cuando lo desee buscar otro lugar sagrado para sí, ya sea en este viejo planeta o en otro de los tantos mundos desconocidos para el hombre que existen en todo el universo.

Recuerden el mensaje de Jesús, Ama a tu prójimo como a ti mismo, o lo que es igual para mí: Paz a cualquier precio material.  A sabiendas de todo lo que hemos pasado como planeta que no nos permite levantarnos como un mundo en constante evolución hacia la perfección  espiritual y seguimos cometiendo los mismos errores de hace miles de años sólo que ahora les hemos cambiado el nombre, yo espero que en un futuro nos demos cuenta del gran error que cometemos.