JUAN PABLO DUARTE
		
		  
		Un año más y ya el país casi te 
		olvida, pocos piensan en tus sacrificios.   A muchos menos les importa 
		cuánto hiciste. A pesar de todo sigues viviendo en cada metro de tierra 
		que cubre el país. Porque fuiste digno, porque fuiste ejemplo para 
		muchos, inspiración para otros, tragedia para aquellos que te acusaron 
		de ¡traidor a la patria! 
		¿Y qué es la traición? Según 
		Pedro Santana es entregarse en cuerpo y alma a tu nación;  es dar 
		todo por los otros, es querer ver a Quisqueya como la Suiza de América. 
		Por eso debiste irte, por eso hoy te recordamos y mientras haya una 
		persona que sepa de ti seguirás vivo en nuestros pensamientos y 
		acciones. 
		La dominicanidad no se perderá 
		mientras recordemos tu nacimiento, porque ese día Dios nos envió una 
		esperanza. 
		A pesar de todo tu sacrificio, 
		todavía sigue vivo el espíritu santanista en miles de dominicanos.  
		Parece que somos incapaces de adoptar las buenas costumbres, los buenos 
		actos. 
		Duarte,  eres digno porque 
		predicaste con el ejemplo;  porque no decías,  más bien hacías, porque a 
		pesar de tus actos nunca olvidaste tu origen, porque a pesar de estar a 
		miles de kilómetros de aquí preferiste sacrificar tu estatus de hombre 
		acaudalado de su época y darnos hoy NUESTRA INDEPENDENCIA.  
		Tú iniciaste las ganas de todos 
		tus seguidores a querer vernos libres e independientes, tú encendiste la 
		llama de la libertad en Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón 
		Mella, Gregorio Luperón y otros grandes de nuestra historia.  
		Eres el símbolo de nuestra 
		libertad. Tú ideaste soluciones modernas en épocas difíciles. Tú 
		reconociste lo necesario de compartir el poder, lo indispensable de que 
		varias personas dirigieran la nación. 
		Una visión altamente moderna, 
		pensada, altruista y desinteresada aquella que tuviste cuando sugeriste 
		un cuarto poder, también independiente de los tres principales. A pesar 
		de que nunca se llevó a cabo porque pudo más la ignorancia que la 
		sensatez, la discordia que la verdad, la ambición de unos pocos que la 
		bienaventuranza de muchos. 
		Sé que me oyes y sé que nos 
		miras, y a pesar de todo sé que sigues pensando lo mismo todavía de hace 
		más de 100 años. 
		
		"Mientras no se castigue a los traidores 
		como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos seguiremos siendo 
		siempre víctimas de sus maquinaciones." Juan 
		Pablo Duarte.
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