DESTILANDO

 

POR LA SEGURIDAD CIUDADANA

 

06-02-2007.- 

Como es previsible, la violencia sigue aumentando y la seguridad ciudadana cada día es más precaria. Y es que este fenómeno (violencia-inseguridad) no es fortuito, es una consecuencia del modelo económico que impera en nuestro país. Entonces,  lo lógico es que  mientras no variemos ese modelo económico, seguiremos padeciendo de esta desgracia. 

El dios dinero, el dios mercado, que patrocina el neoliberalismo, ahora globalizado, es lo que en el fondo incentiva toda este desorden, que tanto afecta a todos los dominicanos y dominicanas. Mientras el dinero, siga siendo una llave maestra que abre todas las puertas, la inseguridad ciudadana estará presente. 

Dicho esto, hay que concluir, que para frenar la violencia y garantizar paz a los dominicanos y dominicanas, es necesario cambiar de modelo, desprendernos del neoliberalismo,  tomar nuevos rumbos y retomar nuestros tradicionales valores morales. El como hacerlo, ya es un tema para muchas páginas y como debemos imaginarnos todos, no es tarea fácil, por lo que, mientras cruzamos este caudaloso río, debemos tomar medidas que impidan que toquemos fondo en este asunto de la violencia y la inseguridad y se evite que lleguemos a un punto desde el cual sea imposible retornar. 

Los mismos promotores de estas políticas neoliberales, no entienden  que esta es causa directa de la violencia y la inseguridad y cuando lo entienden, los grandes beneficios que vienen percibiendo en este sistema, les impide admitir esta verdad. Es decir, que de ellos poco podremos esperar para eliminar de raíz las causas de la violencia y falta de seguridad. Sin embargo, como viven y padecen los rigores de este mundo inseguro, pueden ser unos aliados, para la fase de contener y frenar este caos. 

Por ejemplo, ya el gobierno del Presidente Fernández Reyna, tomó medidas para disminuir el consumo de alcohol al establecer horas límites para que los negocios de expendio de bebidas alcohólicas permanezcan abiertos. Esta medida es importante y todos debemos apoyarla. No sólo porque crea un poco de sosiego, sino también porque un país sumido en la pobreza como el nuestro, no puede darse el lujo de tener a sus ciudadanos y ciudadanas en constantes fiestas. 

Quiero decir sobre esta medida, que la misma debe aplicarse sin  excepciones, por lo que el permitir que en determinadas áreas no se aplique, le hace daño a la efectividad de la misma.  Tal es el caso concreto de Playa Dorada en Puerto Plata, donde los negocios de venta de bebidas alcohólicas están exonerados de los horarios establecidos por el Poder Ejecutivo. Sólo admitiría esta excepción si estos negocios garantizaran que únicamente los turistas, sus huéspedes, harán uso de estos lugares. 

Como esta medida,  se pueden tomar muchas otras, que si bien no erradican, por lo menos obstaculizan, frenan, atenúan esta plaga de la violencia. Se me ocurre mencionar algunas posibles medidas a tomar y como ejemplos destaco estas, (a) prohibir la promoción de todo negocio de apuesta o rifa. Mi deseo particular es eliminarlos, pero por el momento, para avanzar algo, me contento con eliminar su promoción. Sacar el negocios del sexo de los medios de comunicación; (b) Eliminar la promoción de los vicios, cigarrillos, bebidas alcohólicas etc... (c) Crear una política clara de espectáculos públicos, eliminado la violencia, la pornografía etc., y los malos ejemplos de nuestros medios de comunicación.  Debo decir que este “hacer y dejar hacer” que impera en el neoliberalismo, está haciendo de nuestros medios de comunicación, excelentes promotores para todas las sinvergüencerías que abundan en nuestra sociedad. Recuérdese que bajo esta “globalización”, todo lo que deje dinero es bueno. El como se consiga,  no importa;  el negocio será lícito y bueno, siempre que deje dinero. (d) hacer uso de todos los medios de comunicación, de manera racional y gratuita, ya que estos son propiedad del Estado Dominicano,  para desarrollar toda una campaña efectiva contra la violencia, por el rescate de nuestros valores, para incentivar el patriotismo, en fin para educar en sentido general. 

Mientras el hacha va y viene, muchas son las cosas que podríamos adelantar. Todos debemos involucrarnos en estos quehaceres.  Hay que organizar a toda la sociedad, para reclamar y respaldar todas estas y otras posibles medidas que de seguro, mientras llega la cura del mal, nos ayudaran a vivir con menos angustia y nos darán mayor garantía para sobrevivir y poder así disfrutar en el futuro de una sociedad mas justa, más feliz, más decente, más progresista.

gmimbert@hotmail.com