El PROXENETISMO DEL LENGUAJE

Me resulta cuesta arriba solo pensar sobre el atropello de que está siendo objeto el pueblo y sus oídos en estos días de campaña. Resulta ilógico que personalidades de la vida pública, ex funcionarios, gente que deben servir de ejemplo para la sociedad estén sumergidos en discusiones de patio, utilizando términos que por su significado es preferible no mencionar a menos que sea estrictamente necesario. Leí un artículo la semana pasada que hablaba sobre el proxenetismo político.  Si bien es cierto que fue elaborado con algún cuidado, tratando el autor por todos los medios de que sus razonamientos no tocaran el fondo de lo obsceno, también es cierto que no se puede hablar del producto de la defecación sin ensuciarse.  Sinceramente, nunca creí que de la pluma y los labios de algunas personas brotarían palabras y frases de tan grosera significación.

Si esas expresiones provinieran de personas incultas, iletradas y rústicas; entendería, mas no entiendo. No concibo que ex senadores, ex diputados, ex gobernadores, y los  aspirantes a esos cargos, puedan estrujarse a la cara, con expresiones tan impresionantemente absurdas, realidades que no son nuevas. Los cambios de un partido para otro por conveniencias del momento no van a dejar de suceder nunca. Nuestra forma de hacer política es así, las posiciones cambian de acuerdo al ritmo de los intereses. Ya no hay ideologías, solo existen las  ventajas. Lo grande del caso es que después de estrujarse a la cara todas las inmundicias que el lenguaje español soporta, y hasta las que no soporta, pasada la marejada, se juntan, se abrazan, se solidarizan, se prometen. Cuando los vientos cambien, veremos los brazos de unos rodear las cinturas de los otros cual enamorados en tiempos de primavera. Y el pueblo atónito, boquiabierto, esperando por personas con un mínimo de decencia en su lenguaje y actuaciones. Esperando políticos que sean verdaderos ciudadanos, honrados, íntegros, que le duela el elector, definitivamente esperando una luz que provenga de arriba y no de un pozo séptico.  

Es que al parecer no les basta con tener esta ciudad sumergida en la mas inmunda podredumbre física y moral, no les basta con no hacer nada por una provincia que debería estar en otras condiciones. Nos les basta con ver los bajos niveles de escolaridad, los altos índices de insalubridad, gente hasta pasando hambre, por solo citar algunas máculas vigentes en este momento histórico.    

Estoy convencido de que hasta mayo, estaremos asistiendo a un circo cuyos protagonistas no son dignos de ser tomados como modelos, mas bien podrían ser la antítesis del buen ejemplo. luishcanela@gmail.com