De tecnicos y "profesionales" 

Al fin encontré el plomero que andaba buscando para que me resolviera lo de la filtración que tenía en la cocina de la vivienda. Digo al fin, porque me pasé un par de semanas buscando un elemento que solucionara un problema que al parecer no era tan grave tomando en consideración el tiempo que tomó para remediarlo.   

En lo que tiene que ver con la perseverancia, soy un fiel admirador de Don Chio Jimenez.  Tiene años hablando de educación, entre una variedad de importantes temas.  Estoy con él cuando dice que aquí todo el mundo quiere ser licenciado o doctor.  Es, Don Chio, que hay universidades que en vez de formar, lo que hacen es salcochar muchachos sacando de sus bolsillos el dinero y llenándolos de esperanza sin porvenir. Pero ellas solas no son las culpables de la situación, la culpa la tiene la falta de políticas de educación a largo plazo, la falta de metas y la corta visión que nuestros políticos tienen de las necesidades reales de la nación. Se requiere ser un estadista para darse cuenta de ello, uno que pase del discurso a la acción y haga las cosas pensando en el pueblo, no en el próximo periodo de elecciones.   

En este país todos queremos ser licenciados, doctores, ingenieros. Nadie quiere ser plomero, albañil, técnico en electricidad, en refrigeración, nadie quiere aprender esos oficios “de segunda”. Y si por dinero es, estoy seguro que un técnico en refrigeración con un pequeño taller gana más que uno de esos médicos o licenciados en contabilidad, derecho o administración que deambulan por doquier. Esos “profesionales” pululan por esas calles de Dios, sin rumbo fijo, son como autómatas buscando un lugar de trabajo para el que no están preparados. La poca preparación los hace incapaces hasta para plantear sus objetivos de vida.  Son el producto de una realidad distorsionada. Usted ve personas que no saben ni siguiera expresarse, con un título de licenciado. Salen de las escuelas con lagunas de conocimientos que son insondables para luego ir a unas universidades donde no  se les exige esfuerzo en pos de la calidad académica.  El libre comercio, como todo, nos tiene agarrados por los moños, no nos dimos cuenta diez o veinte años atrás sobre la tendencia de las economías del mundo y ahora las empresas automotrices, tecnológicas y todas las demás,  puede ser que se vayan para Chile o Argentina en busca de técnicos.   

Hay gente que paga millones de pesos por encontrar un técnico bueno y que sea responsable. Un electricista bueno no tiene precio, un plomero bueno tampoco. Aunque parezca absurdo y muchos me crucifiquen, se deben cerrar algunas carreras de licenciaturas para dar facilidades extras a las carreras técnicas en busca de equilibrar la cantidad y obtener también la calidad. luishcanela@gmail.com