LLEGO LA HORA

LA SINUOSA CACATA DE LA DESNUTRICION 

 
“Los niños son la esperanza del mundo, son los que saben amar”. José Marti

Mirna Santos 

Cuando leímos el informe que abarca el periodo 2,000 – 2006, emitido por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) con sede en República Dominicana, que ubica nuestro país en el 4to lugar de los países hambrientos y en el 3er. Lugar en desnutrición en el mundo, nos dice de manera contundente que este Gobierno tiene una cacata escondida que no lo deja cubrir los más importantes renglones que debe dedicar la economía de un país para poder plantear un claro criterio de modernidad. 

Según el informe,   los niños desnutridos crecieron alrededor de 20,000 por año y de mantenerse esa tasa de incidencia, cada año se sumaran otros 2,500 casos. Eso es aterrador y doloroso, ya que sabemos por los reportes que conocemos, que un niño que crezca desnutrido de 0 a 3 años, vivirá en un proceso involutivo totalmente irreversible y no podrá ser una persona útil, ya que su nivel de intelecto estará totalmente castrado y deformado. 

De ahí que el papel de un Gobierno que se tilda de moderno, no es satanizar este informe para poner a sus voceros a rebuznar con sofismas desgastados, queriendo primero negar la realidad de este informe y luego endilgarle de manera irresponsable  al Gobierno anterior estas deficiencias.  Su deber es,  utilizar estas cifras, con un concepto claro de responsabilidad ciudadana, para arremeter con firmeza en los problemas estructurales que hacen posible que situaciones como las denunciadas por el PMA saquen a flote, los niveles de pobreza que vive este país, con una política totalmente divorciada de la realidad social en que vivimos, donde el desempleo ha crecido de manera exorbitante, con el cierre de las empresas de zona franca; falta de oportunidades de empleo para la gente; programas sociales de comida barata como el que ofrecía el  INESPRE, totalmente inertes, descendiendo de una manera drástica los niveles de vida de todos los dominicanos y dominicanas. 

Pero esa cacata escondida que tiene este Gobierno no le deja despegar en sus acciones a favor de la gente.  Porque la modernidad es un mito, ya que esta  cimentada  en ostentosas construcciones ejecutadas para favorecer personeros ligados al Poder y que no resuelven situaciones coyunturales de fondo para mejorar la calidad de vida de la gente del país. 

Este es un Gobierno de  antifaz que está aplicando una política  “terminator”  contra las masas más desposeídas y que utiliza las sombras para ocultar su irresponsabilidad y su mentira.  En este Gobierno del maquillaje peledeístas, nuestros niños están perdiendo la batalla.  No habrá para ellos un mañana, porque todos los recursos del Estado están puestos solo a instalar obras faraónicas y a dilapidar los fondos del Estado en el enriquecimiento de unos cuantos y en comprar dignidades, para pretender asegurar su continuidad. 

Con esos criterios populistas, atrasados y denigrantes, funciona un Presidente que esgrimió con una gran fanfarria publicitaria y de “bocinas” compradas una supuesta modernidad, que lograron pescar a los mas incautos sectores del país, que cayeron en la trampa, dándose cuenta hoy, la doble cara de este Presidente de las sombras, tal y como lo pintan las pancartas que  proliferan hoy motivando su reelección.   

Porque la realidad es, que no tenemos un Presidente que adopta actitudes tan surrealistas,  que le impiden condolerse de esta realidad que constituye un flagelo enorme, que arropara el crecimiento y las posibilidades del pensamiento de varias de nuestras generaciones, que no podrán contar con los nutrientes para poder pensar, actuar y decidir, porque la espeluznante cacata peledeísta que tenemos en el Palacio Nacional, para poder seguir despilfarrando decidió, que la hambruna era el mejor antídoto para momificar la decisión futura de la gente.

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