LLEGO LA HORA
UNA COFRADÍA DE ASALTANTES
“Cuando veas a un hombre bueno trata de imitarlo; cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo”. Confucio.Mirna SantosLos que vivimos la dictadura de Trujillo, recordamos perfectamente lo que fue la famosa cofradía del hijo mayor del Dictador, Ramfis Trujillo. Esa cofradía hacía y deshacía y donde quiera que llegaban eran el “cuco” de la gente, porque gozaban de la franquicia para que nada de lo que pedían osara ser negado. Cundía el terror donde llegaban, porque se sabía, que cualquier persona o negocio podía ser objeto de sus desmanes. Al hacer esta retrospectiva histórica de lo que significó parte del terror que vivió la gente del país durante la famosa era de Trujillo, me retrotraigo en la historia, para poder comparar lo que ahora estamos viviendo en Puerto Plata y en el país, con esta nueva unión de funcionarios peledeístas que se han congregado entre sí para repartirse privilegios, que está acabando con todo lo que le pasa por su lado, con un concepto autoritario y trujillista, de lo que debe ser la administración del Estado. Así lo plasma el hedonismo rampante de Felucho Jiménez, que ha ido creando en Puerto Plata una cofradía de asaltantes, que están utilizando millones y millones de dólares, a través de un impuesto ilegal de entrada a los turistas y que además están cercando fincas, comprometiendo propiedades y haciéndose cargo de lugares que son patrimonio municipal o de bienes nacionales, para conseguir socios internacionales y ganarse sus tajadas. De ahí que no se detienen ante nada, como pasó en Semana Santa en la entrada de Costambar, donde en contubernio con la Asociación de Propietarios de ese lugar, establecieron un impuesto ilegal, coartando la libre circulación a las playas que establece la Constitución de la República, y para proseguir afianzando sus dominios, con todas estos desmanes, están apostando a quedarse, utilizando los recursos del Estado, esgrimiendo la reelección del Dr. Leonel Fernández. Felucho Jiménez y su cofradía, a través de un impuesto ilegal a los turistas, utilizaron más de 7 millones de dólares para traer de Río San Juan, lotes de arena, con la supuesta finalidad de regenerar nuestras playas, las cuales a menos de seis meses han sido arrastradas por la olas y las corrientes marinas de nuestro litoral y, para justificar este desastre, en sus casquivanas enunciaciones pletóricas de placer personal, para justificar este absurdo dispendio, y este robo flagrante en que se está incurriendo, con un impuesto ilegal, que por demás no cuentan con una supervisión ni control de parte de el Estado, sin empacho, como si todos los/as puertoplateños y puertoplateñas fuésemos unos y unas idiotas, enuncia con sus ínfulas de fabulador y narcisista, que estas arenas se fueron al fondo del mar contribuyendo a aclarar y magnificar los colores marinos de nuestras costas, justificando así uno de los tantos desmanes. Así Felucho, con su cofradía de tránsfugas y oportunistas, como pirañas de la política, establece con desparpajo el matrimonio que tiene Leonel Fernández con esta ciudad Atlántica, donde a más de un año de promesas incumplidas, han sometido nuestras barriadas a tremendas vicisitudes, sin que se vea el final de rellenar las zanjas y el asfaltado que prometieron para llenarle los ojos a sus residentes para que votaran por sus candidatos. Y así por igual de mal agradecidos ha sido la respuesta a los comerciantes que cerraron filas a favor de sus candidaturas, imponiéndole las vallas de acceso a sus negocios, estableciendo que esta cofradía de asaltantes, pretenden constituirse en pichones de dictadores, que andan solo en busca de lo suyo. Es la escuela trujillista – balaguerista, que han seguido de su mentor, el Dr. Leonel Fernández, que piensa que a estas alturas, amenazando, reprimiendo y dejando correr la corrupción por doquier para comprar voluntades, podrán mantener su hegemonía. Y se equivocan, este pueblo está al acecho y no va a reelegir la incompetencia, la insensibilidad social y la corrupción.
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