“UNA PERSONA ES TAN GRANDE COMO SEAN SUS 
				SUEÑOS,  SU IDEAL, SUS ESPERANZAS”
				Esta idea me place 
				compartirla con los que a diario consultan la opinión de este 
				humilde servidor. Desde niño,  muchas veces nos inculcan el 
				temor de poder fracasar en los sueños o ideales que nosotros 
				como seres humanos queremos desarrollar, pero ¿Quién nos para? 
				¿Cual es el tope límite que tenemos como profesionales? Son 
				preguntas que nos hacemos antes de iniciar cualquier proyecto.   
				Es lo que quiero en este artículo analizar.  
				
				Cada uno de nosotros posee un banco que cada día 
				nos abona a nuestra cuenta segundos, minutos y horas que al 
				final se convierten en 24 horas. Cada noche el balance de la 
				cuenta se borra, arrojando un saldo positivo, si invertimos el 
				tiempo en algo provechoso o saldo negativo si no aprovechamos el 
				tiempo en producir o lograr algo en tu vida. Cada día se abre 
				una cuenta nueva, otorgándonos nuevos balances para hacer algo 
				positivo, y es que el tiempo amigo lector pasa rápido y todo ser 
				humano debe saber que hacer con su tiempo, para qué trabaja y  
				cuál objetivo quiere lograr en la vida.  
				
				Pablo Milanés, en una de sus canciones,  reza:  
				 “El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos”,  y es que el 
				tiempo que se va,  no regresa, o mejor dicho el tiempo es oro. 
				El consumismo está llevando a la sociedad a que no exista una 
				planificación con relación a la vida, muchas personas se cansan 
				de trabajar y nunca se ve un resultado satisfactorio de lo cual 
				la sociedad distinga a ese trabajador que ha logrado un 
				objetivo. Es triste llegar a una edad avanzada sin lograr 
				algunas cosas que asegurarían la vejez de cualquier persona, los 
				derroches de  la juventud, el hacer y después de hecho  pensar, 
				luego arrepentirnos es lo que en estos días vemos; y es ahí 
				donde hay que persuadir  a la juventud de hoy día. Muchas vidas 
				se pierden por los padres ser tan complacientes con las cosas 
				materiales sin la previa responsabilidad de lo que se regala. 
				 
				
				A nuestros hijos debemos orientarlos sobre la 
				responsabilidad y deberes como ciudadanos.  La vida es pasajera 
				y el tiempo hay que invertirlo en cosas productivas que mejoren 
				la calidad de vida de las familias que es por donde se inicia la 
				educación. 
				
				Recordemos que la familia es la primera 
				institución donde un individuo toma formación, si no hay 
				disciplina en nuestros hogares no podemos   exigir a nuestros 
				hijos que tengan una conducta correcta. A nuestros hijos que son 
				el mañana de nuestra sociedad debemos instruirles los valores y 
				sacrificios para alcanzar el éxito de  forma honrada sin que 
				luego debamos avergonzarnos de cualquier actuación incorrecta.  
				De esta manera tendremos una sociedad más justa y más correcta.
				 
				 
				La esperanza es y será lo ultimo que se pierde y en ese sentido 
				los que aún nos queda un poquito de cordura tenemos que seguir 
				luchando con la orientación a nuestros hijos,  es “saber que se 
				puede y querer que se pueda” como dice Diego Torres en una de 
				sus canciones. Debemos quitarnos esos miedos que desde pequeño 
				nos trazan. Nuestros ideales son los que nos llevaran al éxito 
				sin hacer daños a nadie, trabajando y compitiendo bajo las 
				mismas condiciones por un mejor mañana y un país mejor y más 
				competitivo. Dios es quien nos da la vida y quien pone los 
				límites… 
				
				A veces existen personas negativas  en nuestras 
				vidas y que siempre nos dicen que no se puede.  Para estas 
				personas el mejor consejo es que hay que provocar que las cosas 
				positivas lleguen con la bendición de Dios y el esfuerzo de 
				nuestro trabajo.  
				
				  
				
				Para 
				entender el valor de un mes, pregúntale a una madre que alumbró 
				a un bebé prematuro...  
				
				Para 
				entender el valor de una semana, pregúntale al editor de un 
				semanario… 
				
				  
				
				Para 
				entender el valor de una hora, pregúntales a los amantes que 
				esperan para encontrarse. Para entender el valor de un año, 
				pregúntale a algún estudiante que repitió curso.
				  
				
				Atesora 
				cada momento que vivas  y ese tesoro tendrá mucho más valor si 
				lo compartes con alguien especial…. Y recuerda que el tiempo no 
				espera por nadie. Vive, disfruta y cosecha por lo que te has 
				esforzado en alcanzar. 
				 
				  
				Quien suscribe este artículo es asesor 
				empresarial y financiero
				
				[email protected] 
				  
					
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